¿Hay algún significado
presente
para el árbol navideño?
Cristo es quien cambia el dolor en risa, las tinieblas
en luz y la muerte en vida. Solo en
Cristo la desesperanza se torna en esperanza y la mentira es cambiada
por la
verdad. La celebración del
nacimiento de
Cristo es otra evidencia de que él es rey del universo y que
conquista los
pueblos y naciones para su gloria. Dios está redimiendo al mundo
para su gloria
y eso es lo que vemos cuando se reclama no solamente el corazón
de los hombres
sino también sus costumbres para la gloria y alabanza de Cristo.
Tal como muchas palabras, frases, tradiciones y muchas otras
costumbres han cambiado de significado,
hoy día los árboles
decorados en la época de fin de año también han
cambiado de significado.
Independientemente de cuál haya sido la historia de su origen
(las cuales hay
muchas), pensamos que el árbol de navidad es evidencia poderosa
de que Cristo
ha ganado y el diablo ha perdido. Los
cristianos lo llaman el árbol de “la navidad”. Navidad significa ‘nacimiento’,
particularmente "el nacimiento de Cristo"
y por eso el árbol de navideño es utilizado para
representar a Cristo, el
verdadero árbol de vida. En
árbol de
pino es un símbolo apropiado porque es propio de la naturaleza
de Cristo mismo.
En el hemisferio norte, donde se encuentra Israel,
durante el tiempo y el lugar del nacimiento de Cristo, con la llegada
del fin
del otoño y el principio del invierno muchos árboles
pierden sus hojas, pero el
árbol de pino permanece verde. Aun
en
medio del frio y la sequía se pueden ver los arboles de pino
retoñando entre la
fría nieve. Creemos que la Biblia demuestra que Cristo es
representado por el
árbol de la vida:
Revelación 22:2 En medio de la calle de la
ciudad y a uno y
otro lado del río estaba el árbol de la vida, que produce
doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la
sanidad de
las naciones.[3]
También se dice
que el es la rama que renace en medio de un tronco seco:
Isaías
11:1 Saldrá una vara del
tronco de Isaí; un vástago
retoñará de sus raíces
El verde del
árbol de navidad en medio de frío invernal nos recuerda
como Jesús nació para
traer vida a los hombres. Es
símbolo de
la esperanza de que el invierno no durará para siempre sino que
vendrá la
primavera. Tal como lo representa el
árbol navideño lleno de luces, con el nacimiento de
Jesús se hizo realidad que
Cristo es nuestra esperanza, la luz que vino a este mundo.
La estrella puesta sobre el árbol nos
recuerda los magos de oriente que vinieron a traer a Jesús
presentes y regalos. Esa luz
resplandeciente, esa estrella de la
mañana y sol de justicia no es otro que el verdadero Cristo, el
rey del
universo y señor nuestro. Tal como Pablo indicó que
“el dios desconocido” a
quien los griegos adoraban era el verdadero Dios del universo, creador
de los
cielos y la tierra, nosotros podemos hacer lo mismo, llevar los pueblos
a la
adoración, no de un árbol sino de aquel que es el
verdadero árbol de vida y
fuente de salud y esperanza para todos cuantos se acercan a el.
No pensamos que Dios se disguste porque le digamos al
mundo que Cristo es “el árbol de la vida”, que trae
sanidad a las naciones, que
pongamos luces y cantemos “gloria a Dios
en las alturas y en la tierra paz; buena voluntad para los
hombres”. Ningún
cristiano que pone un árbol navideño
lo hace para adorar el árbol ni mucho menos pensando en los
demonios ni en una
deidad pagana. Al contrario, lo hace para alabar y glorificar a Dios y
darle el
honor como solamente el merece. Como dijimos antes, Dios cambia las
tinieblas
en luz. La navidad es un tiempo para
recordarle al mundo que Dios cumple sus promesas, que Dios se hizo
hombre y que
su luz alumbra el mundo.
J.L. Trujillo
Diciembre 23, 2010.