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¿Porqué
Causas se puede dar lugar al Diablo?
La Biblia nos declara que al diablo
se le puede dar lugar en cuanto a no dar lugar al diablo:
Efesios
4:27
Ni
deis lugar al diablo.
Si meditamos lo que dice Dios en todo
el capitulo 4 de Efesios, el contexto nos declara cómo es que le podemos
damos lugar al diablo:
Efesios
4:27
1
Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la
vocación con que fuisteis llamados, 2
con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a
los otros en amor, 3
solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la
paz;
17
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los
otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, 18
teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por
la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 19
los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la
lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. 20
Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, 21
si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados,
conforme a la verdad que está en Jesús. 22
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que
está viciado conforme a los deseos engañosos, 23
y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24
y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y
santidad de la verdad. 25
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su
prójimo;
porque somos miembros los unos de los otros. 26
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27
ni deis lugar al diablo. 28
El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo
que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
29 Ninguna palabra
corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con
el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y
maledicencia, y toda malicia. 32
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a
otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
En
realidad no tiene que ver con el diablo tener lugar
"en o dentro" de nuestro cuerpo sino "con o por medio"
de nuestra vida. El contexto
nos declara que es principalmente por medio de las palabras corrompidas,
la falta de unidad entre los hermanos en la congregación, conducta
inapropiada e inconsecuente con el cristiano, la ira, la mentira, las
falsas doctrinas, robos, etc. Los cristianos están llamados a vivir
vidas santas y piadosas llenas del fruto del espíritu. El no hacerlo
"dará lugar al diablo" para levantar acusación en contra de la
iglesia, la doctrina y nuestras vidas.
El apóstol Santiago también nos da
un mensaje similar cuando nos dice 'resistid al diablo y el huirá de
vosotros'
Santiago
4
1
¿DE dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No son de
vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros? 2
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis
alcanzar; combatís y guerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no
pedís.3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros
deleites.4 Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo
es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo,
se constituye enemigo de Dios.
5
¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: Es espíritu que mora en
nosotros codicia para envidia? 6 Mas él da mayor gracia. Por esto dice:
Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes. 7 Someteos
pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá. 8 Allegaos á
Dios, y él se allegará á vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y
vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones. 9 Afligios, y
lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en
tristeza. 10 Humillaos delante del Señor, y él os ensalzará. 11
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano,
y juzga á su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga á la ley; pero
si tú juzgas á la ley, no eres guardador de la ley, sino juez. 12 Uno es
el dador de la ley, que puede salvar y perder: ¿quién eres tú que
juzgas á otro?
Pedro
nos dice que el diablo anda como león rugiente
buscando a quién devorar, pero devorará solamente aquellos que le dan
lugar, que abren puertas en su vida y que no están preparados para la
batalla. Por eso es que el apóstol nos insta a revestirnos del nuevo
hombre y despojarnos del viejo hombre que está viciado conforme a deseos
engañosos y a ser renovados en el espíritu de nuestra mente. (Efesios
4:22-23) Estos pasajes hablan de nuestra responsabilidad y deber Cristiano
y hacemos bien en tomarlos en serio.
Nuestra
lucha es contra el enemigo de la cruz de Cristo. En Efesios se nos
dice que "no le demos lugar" La BLA dice que no le demos "oportunidad".
Santiago insiste en que "resistamos al diablo". Pablo
repite la idea de no dejar que el Satanás tome ventaja:
2 Corintios 2
10
Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también
yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho
en presencia de Cristo,11
para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no
ignoramos sus maquinaciones.
El dar lugar al diablo ocurre cuando
no damos el lugar a Dios. Cuando nos dejamos llevar por la conducta carnal
y pecaminosa y nos hacemos disponibles para hacer la obra del diablo y en
torno dañamos la doctrina de Cristo y la iglesia.
Vea
la lista que nos trae la Escritura acerca de las maneras en que se le
puede dar lugar al diablo: codicia, envidia, pleitos, mundanalidad (amistad
con el mundo), soberbia, ira pecaminosa y extendida, orgullo,
autosuficiencia, falta de humildad, falta de perdón, murmuración, juicio
indebido a otros, jactancia, falta de hacer lo bueno (robar, mentir, etc.)
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