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“Perfumista,
Cuida Tu Perfume”
-por
Jorge L Trujillo
Eclesiastés
10
1 Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al
perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado
como sabio y honorable.
INTRODUCCIÓN
El Origen Del Arte De Perfumería
La
palabra ‘perfume’ usada hoy se deriva de latín “per fume” que
significa “por humo”, o a través de humo.
La perfumería, o el arte de hacer perfumes comenzó en la
antigua Mesopotámica y en Egipto pero fue desarrollado y refinado por
los Romanos y los Árabes. Aunque el perfume y la perfumería también
existían en el Asia Oriental, muchas de las fragancias son basadas en
incienso. El arte de crear
perfumes fue extendiéndose hasta España y el continente Europeo cerca
del siglo catorce por medio del comercio Árabe.
Consideran
al primer químico del mundo era una persona llamada Tapputi, un
fabricante del perfume que fue mencionado en una tableta cuneiforme a
partir del segundo milenio A.C. en Mesopotamia. [7]
Recientemente,
los arqueólogos han destapado qué se cree para ser los perfumes más
viejos de Pyrgos, Chipre del mundo. Los perfumes datan más de 4.000 años.
Los perfumes fueron descubiertos en una fábrica antigua de la perfumería.
Por
lo menos 60 alambiques de destilación, los tazones de fuente que se
mezclaban, los embudos y las botellas del perfume fueron encontrados en
la fábrica de 43.000 pies cuadrados. [8] En épocas antiguas la gente
utilizó las hierbas y condimenta, como la almendra, coriandro, mirto,
resina de la conífera, bergamota, pero no flores. [9]
El Perfumista
El trabajo de componer los perfumes que venderán se
deja a un experto en la composición del perfume que se conoce en la
industria de la fragancia como el perfumista. También se
refieren a veces cariñosamente como “la nariz” debido a su sentido
fino del olor y de la habilidad en la composición del olor. El
perfumista es con eficacia un artista que es profundamente entrenado en
los conceptos de la estética de la fragancia y que es capaz de
transportar conceptos y humores abstractos con sus composiciones de la
fragancia. Al nivel más rudimentario, un perfumista debe tener un
conocimiento afilado de una variedad grande de ingredientes de la
fragancia y de sus olores, y puede distinguir cada uno de los
ingredientes de la fragancia individualmente o conjuntamente con otras
fragancias. También, deben saber cada ingrediente se revela con tiempo
con otros ingredientes.
El trabajo del perfumista es muy similar al de los
probadores de sabores, que componen olores y los aromatizantes para
muchos productos alimenticios comerciales.
La Composición del Perfume:
La composición de un perfume comienza típicamente con
un pedido por escrito breve de un cliente exterior del perfumista
del patrón o los clientes al perfumista o a sus patrones, son típicamente
casas de perfumería o corporaciones grandes de varias industrias. Cada
pedido contiene las especificaciones para el perfume deseado, y las
describirá en términos a menudo poéticos o abstractos qué el perfume
debe oler como o qué sensaciones debe evocar en las que lo huelan,
junto con el precio máximo por litro del concentrado del aceite del
perfume. Este permiso, junto con el uso previsto del perfume se
determinará qué compuestos aromáticos e ingredientes de la fragancia
pueden/ serán utilizados en la composición del perfume.
El perfumista después pasará con el proceso de
combinar múltiples mezclas del perfume y procurará capturar las
sensaciones deseadas especificadas en el escrito. Después de presentar
las mezclas del perfume a los clientes, el perfumista puede “ganar”
la petición con su aprobación, y procede entonces a vender la
formulación al cliente, a menudo con las modificaciones de la composición
del perfume. Este proceso típicamente se extiende de varios meses a
varios años. La composición del perfume entonces será utilizada
para realzar otro producto como fragancia funcional (champúes,
maquillaje, detergentes, interiores del coche, etc.), o puesta y vendida
directamente al público como fragancia fina.
Alternativamente, al perfumista simplemente puede
inspirase y producir algo que considere un buen perfume y tal producto
llega a ser más adelante comercial o gana con éxito alguna petición.
Esto sucede generalmente en casas de perfume. más pequeñas o
independientes.
Eclesiastés 10
1 Las moscas muertas hacen heder y dar mal
olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es
estimado como sabio y honorable.
I.
HACER BUEN PERFUME TOMA TIEMPO:
En el capitulo
10 de Eclesiastés, Salomón considera el caso de un hombre que se
dedicaba a la tarea de la perfumería.
Como hemos aprendido, los Buenos perfumes y aromas agradables por
lo general no son fáciles ni rápidos de producir. Existe un proceso
que puede tomar meses o años para conseguir un buen olor.
Cada
uno de nosotros es un ‘perfumista’ dedicado
a producir los mejores olores de perfumes para aquellos que nos rodean y
sobre todo para Dios. Algunos
han pasado mucho tiempo (largos años) desarrollando el arte de
‘producir’ un buen perfume y lo han logrado.
El buen perfume es comparado al “buen testimonio”.
La buena fama no
se hace de al noche a la mañana
sino que cuesta trabajo y esfuerzo. El Apóstol Pablo fue
escogido por Dios desde antes de nacer, fue llamado por Jesucristo y
ungido poderosamente por el Espíritu Santo para la obra del ministerio.
No obstante tuvo dificultades para ser aceptado entre los cristianos
porque su fama era muy mala. A
Pablo le costó largos años de trabajo y mucha paciencia el poder
ganarse el respeto de sus hermanos y aun después de haber estado por
mucho tiempo en el ministerios fue acusado de ser un farsante y un
aprovechado que predicaba falsas doctrinas. Tuvo que pasar mucho tiempo para que las personas pudieran
‘ver’ el fruto de Pablo y su testimonio en el mundo para poder
recibirle como hermano. Cristo
dijo “por sus frutos los conocereis, y ciertamente los frutos de Pablo
fueron buenos y se dieron a conocer”.
Los frutos no
florecen al momento ni instantáneamente, la semilla debe ser plantado y
el árbol debe crecer, la flor debe salir y el fruto debe brotar.
Solamente el fruto nos dirá si el árbol es bueno o es malo.
Así también sucede con nosotros, nuestro fruto puede tomar
tiempo en crecer pero debe ser buen fruto y si estamos verdaderamente en
Cristo, verdaderamente lo será. En
el libro de Gálatas Pablo nos habla del ‘fruto’ del Cristiano:
Gálatas 5:22
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo,
paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, 23 mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay
Cristo dijo que el fruto del espíritu es “la
humildad”, la “fe” y el “arrepentimiento” y Pablo nos dice en
1 Corintios 13 el verdadero carácter del amor agape que distingue a los
Creyentes.
II.
EL BUEN PERFUME TRAE UN BUEN NOMBRE:
El hombre de la historia de
Salomón era “un perfumista”, una persona que para
llegar a ser llamado por ese nombre debió haber pasado por largos años
de preparación y experiencia. A
cada paso en su carrera, este individuo mejoraba sus técnicas y el
producto de su trabajo le llegó a ganar “un buen
nombre” de manera que cuando las personas oían hablar de él sabían
que lo que producía era de buena calidad y de gran valor.
Ese hombre era conocido por el fruto de su trabajo, era un ‘perfumista’.
Nosotros como
creyentes también podemos llegar a ganarnos un buen nombre entre los
hermanos y entre el mundo. Dice
Jesús que los hombres tienen su vista puesta, no tanto en lo que
decimos sino en lo que hacemos. Una vez han visto “nuestras buenas
obras” pueden glorificar a Dios, sin embargo cuando nuestras palabras
no van de acuerdo a nuestras acciones, no podemos impresionar a nadie.
Hay un dicho que dice “tus acciones hacen tanto ruido que no
puedo oír lo que me dices”.
Anécdota:
Un misionero quien hablaba a un
grupo de mujeres hindúes se
sorprendió al ver que una de ellas se levantaba y se alejódel grupo.
Pronto ella regresó y escuchó más atentamente que antes. ¿" Por
qué
Usted se marchó en medio de mi mensaje? "le preguntó el
misionero. "Estuve tan interesada en las maravillosas cosas que
usted decía que fui a preguntar a su criado si usted vive como da
clases. Él dijo que Usted lo hace. Entonces volví para enterarme más
acerca de su Jesús, " le dijo la mujer.
Ciertamente,
no importa que mucho hablemos de nuestro perfume, si a la hora de la
verdad lo que ‘entregamos’ no es de la calidad que pretendemos,
nadie nos tomará en serio. Al contrario seremos la burla de todos.
Pero si nuestro perfume es de calidad, las palabrería no son
necesarias, alguien dijo “dime de que te jactas, y te diré de
lo que careces”.
La Biblia nos dice que observemos el fruto:
Si el producto
continuo y constante de nuestra vida es un “grato perfume”, sin duda
que llegaremos a obtener un buen nombre.
Cuando la Biblia nos da la calificaciones para los que han de
dirigir la iglesia y tomar parte y autoridad dentro de la misma nos
indica que se escojan aquellos que tienen fama de producir “buen
perfume”. Cuando se fue a escoger el que había de reemplazar a Judas,
se escogió dentro de los que habían permanecido en el camino desde que
Cristo comenzó su ministerio y que no se había apartado del grupo de
creyentes, en otras palabras alguien de buen fruto.
Los primeros siete diáconos fueron escogidos de esa manera:
“hombres llenos de sabiduría y del Espíritu Santo” (Hechos 6).
Los obispos, diáconos y líderes de las congregaciones son
escogidos de la misma manera, hombres cuyas vidas estén destacadas por
el “perfume” que destila de ellas ( 1 Timoteo 3ss y Tito 2). Pablo
dice a Timoteo que “Los ancianos que gobiernan bien sean considerados
dignos de doble honor,
principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza.”
(1Timoteo 5:17 )
Las
palabras de Cristo “por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7) pueden
ser interpretadas así:
Sin duda alguna el buen perfume en
nuestra vida nos ha de ‘traer’ buen nombre y de la misma manera, el
mal fruto nos puede traer un mal nombre.
III.
LA IMPORTANCIA DE UN BUEN NOMBRE:
Sin duda alguna
un “buen nombre” (verdadero) y de forma legítima no es fácil de
conseguir, especialmente
en momentos cuando la mayoría no se preocupan tanto por eso.
Sin embargo, hay personas que han alcanzado “un buen nombre en
la sociedad”. El proverbista dice:
Proverbios 22:1
Más vale el buen
nombre que las muchas riquezas, y el favor que la plata y el oro.
Y
el mismo Salomón dijo:
Eclesiastés 7:1a
Mejor es el buen
nombre que el buen ungüento,..
El buen nombre
se refiere a la “buena fama”. Alguien
dijo ‘crea fama y acuéstate a dormir”, pero honestamente no
creo que acostarse a dormir cuando se crea fama es una Buena decisión,
especialmente si la fama es “buena”.
Hay veces que el dormir puede traer problemas a aquellos que han
alcanzado un buen nombre.
No es bueno
dormir cuando estamos en el proceso de ‘hacer buen perfume’.
La Biblia nos manda a valor en todo
tiempo:
Eclesiastés 9:8
En todo tiempo
sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza.
Cuando nos referimos al
nombre de alguien pensamos en su: carácter, su vida y mente piadosa, su
reputación ante Dios y no meramente ante los hombres, tal como Job tenía
un buen nombre aun ante Dios, así también nosotros si somos hombres y
mujeres fieles podemos llegar a tener un ‘buen nombre’ ante Dios y
los hombres.
IV.
El Descuido Personal: ¡Un desastre irremediable!
En el verso que tenemos
delante vemos un hombre que había alcanzado un “buen nombre”, era
reconocido como ‘perfumista’ Y ESTIMADO COMO SABIO Y HONORABLE,
alguien que se había dedicado a hacer perfumes y que había
perfeccionado el arte de desarrollar fragancias de las mejores, pero hay
un problema. Dice Salomón
que moscas muertas cayeron dentro del perfume.
Un pequeño descuido, un poco de dormir en el momento equivocado
puede hacer que las ‘moscas’ caigan en el perfume sin que el
perfumista se de cuenta.
“Las
pequeñas borras pueden echar a perder la siembra”
y “un poco de levadura puede leudar toda la masa”.
El perfumista pasó mucho tiempo levantando un “buen nombre”
y una Buena reputación, pero un descuido causó un daño irreparable a
su perfume, “las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al
perfume del perfumista”.
No sé cuantos pueden
entender lo que estamos hablando, pero lo que cuesta trabajo
‘fabricar’ en un momento de descuido se puede desbaratar.
La reputación del perfumista que tanto trabajo dio conseguir,
puede cambiar terriblemente en un solo momento.
Una
Triste Realidad Presente
Tristemente esta historia no
es solo una escritura del pasado sino una realidad presente para todos
nosotros. Si descuidamos
‘nuestro perfume’ (testimonio) en un solo momento de distracción
pueden las moscas destruir nuestra fragancia.
La Biblia dice que hace falta que seamos hallados fieles ante
Dios. El perfumista perdió
su perfume y su buen nombre fue arrastrado por el piso, “el perfumista
de perfume mal oliente”.
No sé cuantos nombres
puedan pasar por su mente en este momento de personas que una vez dieron
buen perfume pero en triste día su aroma comenzó a heder. Gente grandemente usada por Dios quienes por “una
pequeña locura” permitieron que las moscas cayeran dentro de
su frasco de alabastro y la pudrición dañara el suave aroma de un
perfume que todos apreciaban. Debemos
recordar que mientras más alto sea nuestro nombre, mientras más
reconocido sea nuestro testimonio, más doloroso será el momento de la
caída, y más hediendo se tornará a los hombres
El escritor dice “así
una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable”.
Tenemos historias en la Biblia que nos hablan de la gravedad de no
cuidar nuestro perfume y dejarnos llevar por un momento de locura o
descuido espiritual. David,
Salomón, Josafat, Josías y Sansón, fueron hombres cuyo perfume fue
afectado por “las moscas muertas que hacen heder”. Hombres
que por un poco de descuido o una mala decisión a la ligera, por un
poco de placer, un poco de gloria terrenal, o un poco de distracción
mancharon el ‘buen nombre’ que llegaron a alcanzar.
“Mientras más delicado el
perfume, mas fácilmente se puede echar a perder”, dice Matthew Henry.
Se dice que “el ungüento común no es tan fácilmente dañado”, así
que mientras más alto el carácter del hombre, mientras más alto halla
llegado a ser reconocido, más daño puede causar a su perfume un
descuido de su parte.
V.
Un Llamado A La Auto Evaluación
Lo más importante en la
vida del Cristiano después de su salvación es ‘su reputación’ y
‘su testimonio’ porque son estos los que le llegan a dar un “buen
nombre”. Es preciso que nosotros, seamos damas, caballeros, jóvenes o
ancianos podamos entender la importancia de que nuestro perfume sea
grato no solamente a los hombres sino sobre todo a Dios. Todos como
buenos “perfumistas”, unos con más tiempo y experiencia y otros con
menos tiempo y experiencia estamos expuestos a la caída si nos
descuidamos.
El
Exceso de Confianza
Es posible que hallamos
estado ‘en este asunto’ por tanto tiempo que pensemos que nunca
podemos caer pero la Biblia dice “el que crea estar firme, mire y
no caiga”. La
‘confianza’ en nosotros mismos es el camino más rápido a la caída.
Nuestro aroma de perfume puede llegar a ser hediendo.
Si no cuidamos nuestro testimonio “las moscas muertas harán
heder y dar mal olor al perfume del perfumista.”
Hay
cinco áreas principales en nuestras vidas que debemos cuidar:
1.
Nuestros
Pensamientos,
a.
y que seáis renovados en el
espíritu de vuestra mente, (Efesios 4:23)
2.
Nuestras
palabras,
a.
No salga de vuestra boca
ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según
la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que
escuchan. (Efesios 4:29)
3.
Nuestras
acciones,
a.
Y a ella le fue concedido
vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque las
acciones justas de los santos son el lino fin (Revelación 19:8)
4.
Nuestras
compañías,
a.
“No
os dejéis engañar: "Las malas compañías corrompen las buenas
costumbres." (1Corintios 15:33)
5.
Nuestra
humildad
a.
Delante de la destrucción va
el orgullo, y delante de la caída, la altivez de espíritu. (Proverbios
16:18)
Debemos estar siempre
conectados a Dios por medio del Espíritu Santo para que nuestras vidas
lleguen a ser siempre de buen olor para Dios. Cristo dijo “sin mi
nada podréis hacer”. No
podemos confiar en nuestra propia sabiduría ni en nuestras propias
fuerzas ni mucho menos en nuestros años de experiencia.
Es posible que seamos “estimados de sabios y honorables”
entre los hombres mas no ante Dios. Solamente por medio de Cristo
lograremos obtener la victoria en nuestra vida, “todo lo puedo en
Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:13)
Como barco a la deriva es el
hombre que quita su vista de su Señor.
La cruz de Cristo debe ser nuestro faro, y el Espíritu Santo
nuestro Capitán. Esa es la única manera de mantener el aroma de
nuestro perfume, PERO Si nos descuidamos por un solo momento las moscas
muertas harán heder nuestro perfume. Permita Dios que nunca nos
descuidemos sino que permanezcamos siempre alertas y pendientes para
espantar las moscas que rodean nuestro frasco de buen olor.
¡Perfumista,
Cuida tu Perfume!
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©2007 Jorge L. Trujillo
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Escrito
y Predicado: 08/31/2007
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