“El
Resto de la Historia”
(Relato
sobre la Resurrección de Jesús)
-por Jorge L Trujillo
Después que Jesús murió en la
cruz en la tarde de aquel viernes santo, uno de sus seguidores, José de
Arimatea pidió el cuerpo de Jesús a Pilatos para sepultarlo. Con él
estaba Nicodemo quien había venido de noche a consultar a Jesús y era
uno de los miembros del Sanedrín siendo un seguidor de Jesús trajo
especias para embalsamar el cuerpo del maestro:
Juan 19:38-41
Después de estas cosas, José de Arimatea,
que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos,
pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y
Pilato concedió el permiso. Entonces él vino, y se llevó el cuerpo de
Jesús. 39 Y
Nicodemo, el que antes había venido a Jesús de noche, vino también,
trayendo una mezcla de mirra y áloe como de cien libras. 40
Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en telas
de lino con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar entre
los judíos. 41 En el lugar
donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo,
en el cual todavía no habían sepultado a nadie.
Paul Harvey (1918-2009) fue un
comentarista de radio que solía dirigir un programa llamado “El resto
de la Historia”, en el mismo, Paul se dedicaba a expandir o
profundizar un poco más sobre algunos acontecimientos noticiosos del
momento, cuando Paul daba su informe siempre terminaba diciendo “y
ahora usted sabe el resto de la historia”. En el día de hoy leímos
que Jesús fue sepultado en una tumba nueva, que la tumba fue sellada y
que todo el mundo se fue a su casa, pero ese no todo, en este sermón
les quiero contar “El resto de la Historia”:
La biblia nos cuenta Cristo se
levantó de los muertos. Pablo nos habla que el centro de la predicación
del evangelio es la proclamación de la muerte, sepultura y resurrección
de Jesús:
1 Corintios
15:3-4
Primeramente os he enseñado lo que asimismo
recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las
Escrituras; 4 que
fue sepultado y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras
.
Nosotros estamos hoy aquí porque
creemos ese mensaje de salvación.
Si Cristo no hubiese resucitado de entre los muertos, “seríamos
los más miserables de todos los hombres”, eso dijo Pablo.
Las
apariciones de Jesús
Los evangelistas históricos
cuentan como Jesús se levantó de los muertos el primer día de la
semana, domingo en la mañana. Aunque
los datos dados por los escritores son difícil de armonizar, todos
concuerdan en una cosa, Jesús resucitó de entre los muertos tal y como
lo había dicho y cada uno contó su historia para que nosotros hoy
podamos saber que así fue. Un
orden probable provisto por la Enciclopedia Católica basado en la armonía
de los cuatro evangelios sobre los principales eventos del Domingo de
Resurrección:
1.
Las mujeres piadosas
(María Magdalena,
María la madre de Jacobo, y
Salomé) van de camino al sepulcro llevando especias que habían
previamente preparado para ungir el cuerpo de Jesús en el sepulcro. Se
inquietas sobre como remover piedra, sin saber nada de la guardia
oficial del sepulcro. (Mt 28, 1-3; Mc 16,1-3; Lc 24,1; Jn 20,1).
2.
El ángel que con su
brillo atemorizó a los guardias y los hizo salir corriendo; rodó la
piedra y se sentó no sobre (ep autou) sino por encima de ella (epano
autou) (Mt 28,2-4).
3.
Las mujeres (María
Magdalena, María la Madre de Santiago, y Salomé) se acercan al
sepulcro y ven la piedra movida, sobre lo que María Magdalena vuelve
inmediatamente a informar a los Apóstoles (Mc 16,4; Lc 24,2; Jn
20,1-2).
4.
Las otras dos
mujeres entran al sepulcro, encuentran a un ángel sentado en el vestíbulo
y les muestra el sepulcro vacío, les anuncia la Resurrección, y les
encomienda avisar a los discípulos y a Pedro que deben ver a Jesús en
Galilea (Mt 28,5-7; Mc 16,5-7).
5.
Un segundo grupo de
mujeres santas, el de Juana y sus compañeras. Llegan al sepulcro, donde
probablemente habían quedado en encontrarse con el primer grupo, entran
al sepulcro vacío y son avisadas por dos ángeles que Jesús ha
resucitado según Él mismo había predicho (Lc 24, 10).
6.
No mucho después,
Pedro y Juan, quienes fueron avisados por María Magdalena, llegan al
sepulcro y encuentran los paños de un modo que excluía toda suposición
de que el cuerpo haya podido ser robado, pues simplemente estaban por el
suelo, indicando que el cuerpo sagrado había salido de ellos sin
siquiera haberlos tocado. Cuando Juan lo percibe, inmediatamente cree (Jn
20, 3-10).
7.
María Magdalena
regresa al sepulcro, ve primero a dos ángeles dentro, y luego a Jesús
mismo (Jn 20, 11-16; Mc 16,9).
8.
Los dos grupos de
santas mujeres, quienes probablemente se encontraron al regresar a la
ciudad, son favorecidas con una visión de Cristo resucitado, quien les
encarga decirle a sus hermanos que los verá en Galilea (Mt 28, 8-10: Mc
16,8).
9.
Las mujeres relatan
sus experiencias a los Apóstoles, pero se topan con su incredulidad (Mc
16,10-11; Lc 24,9-11)
10.
Jesús se aparece a
los discípulos en el camino de Emaús, y regresan a Jerusalén; los Apóstoles
parecen estar entre la duda y la fe. (Mc 16 ,13-35).
11.
Cristo se aparece a
Pedro, y por eso Pedro y Juan creen firmemente en la resurrección (Lc
24,34; Jn 20,8).
12.
Luego del regreso de
los discípulos de Emaus, Jesús se aparece a todos los apóstoles
excepto Tomás (Mc 16,14; Lc 24,36-43; Jn 20, 19-25).
No
todos lo Creen
No cabe duda en nuestros corazones
y nuestras mentes que Jesucristo ha resucitado de entre los muertos tal
como la Biblia lo dice, pero eso no significa que todos creen como
nosotros creemos. Hay
algunos que ‘dudan’ o simplemente ‘no creen’ que Jesús
verdaderamente murió y resucitó de entre los muertos. Aunque la
evidencia aun en escritos seculares sobre la existencia de Jesús es
innegable, ellos piensan que Jesús fue crucificado, que murió, que fue
sepultado PERO nunca resucitó. Muchos
de ustedes estarán al tanto de la noticia que hace un poco tiempo atrás
salió donde se decía que la tumba familiar de Jesús había sido
hallada y que los huesos de Jesús estaban en una urna.
Sabemos que el querer negar la
resurrección de Jesús no es nada nuevo, desde el mismo momento en que
Jesús resucitó, los incrédulos han inventando historias y
explicaciones para negar la verdad de la resurrección, pero tales
intentos han fracasado, lo cierto es que Jesús resucitó y esa es la
razón por la que estamos reunidos celebrando no solamente su muerte en
la cruz sino también su vida de entre los muertos para nuestra salvación.
¿Cuáles
son algunas teorías opuestas?
Hay varias teorías utilizadas para negar la
resurrección de Jesucristo:
1.
Teoría del desmayo: Existe la teoría de aquellos que afirman que Cristo no
murió realmente en la cruz, que su supuesta muerte fue un desmayo
temporal, y su resurrección simplemente un volver a la conciencia. Esta
teoría fue defendida por Paulus (Exegetisches Handbuch, 1842, II, p.
929) y con algunas modificaciones por Hase (Gesch. Jesu, n 112), pero no
concuerda con los datos ofrecidos en los evangelios.
a.
La flagelación y la
coronación de espinos, el cargar la cruz y la crucifixión, las tres
horas en la cruz, y la posterior lanzada del centurión no hubieron
tenido como consecuencia un simple desmayo. Su verdadera muerte es
certificada por el centurión y los soldados, por los amigos de Jesús y
por sus más amargos enemigos.
b.
Su permanencia de 36
horas en el sepulcro sellado, en un ambiente envenenado por cientos de
libras de especies, hubieran bastado para causarle la muerte.
c.
Más aún, si Jesús
hubiese simplemente vuelto a la conciencia luego de desvanecerse, los
sentimientos aquella mañana hubieran sido de conmiseración antes que
de júbilo y triunfo, los Apóstoles se hubieran sentido movidos más a
cumplir las funciones de un concejo enfermizo y débil que a la misión
apostólica, la vida del poderoso “hacedor de milagros” hubiera
acabado en una burda soledad y vergonzosa oscuridad, y su preconizada
impecabilidad se hubiera tornado en una silente aprobación por Su parte
de una mentira como piedra sobre la cual se asentaba Su Iglesia. No
sorprende por qué posteriores críticos de la resurrección, como
Strauss, se hayan regocijado tanto en una teoría como esta del
desvanecimiento para justificar sus críticas.
2.
Teoría del Robo: Se dice que los
discípulos robaron el cuerpo de Jesús de la tumba, y luego
proclamaron a los hombres que su Señor había resucitado. Esta teoría
había sido anticipada por los judíos que “dieron una suma de dinero
a los soldados, diciéndoles: ‘Digan, sus discípulos vinieron en la
noche y robaron el cuerpo mientras dormíamos” (Mt 28, 12ss).
Mateo 28:11-13
Y mientras ellas iban, he aquí, algunos de la guardia fueron a
la ciudad e informaron a los principales sacerdotes de todo lo que había
sucedido. 12 Y después de
reunirse con los ancianos y deliberar con ellos, dieron una gran
cantidad de dinero a los soldados, 13
diciendo: Decid esto: "Sus discípulos vinieron de
noche y robaron el cuerpo mientras nosotros dormíamos." 14
Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros lo
convenceremos y os evitaremos dificultades. 15
Ellos tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido.
Y este dicho se divulgó extensamente entre los judíos hasta hoy.
Lo
mismo fue señalado por Celso (Orígenes, Contra Celso, II, 56) con
algunas diferencias en los detalles.
a.
Pero asumir que los
Apóstoles con un peso tal sobre sus conciencias hubieran predicado un
reino de verdad y de justicia como el gran esfuerzo y causa de sus vidas,
y que por razón de ese reino hayan sufrido hasta la muerte, sería
asumir una de esas imposibilidades morales que pueden suceder en un
arranque de exaltación propia de la emoción del momento, pero que
hubiera sido dejado de lado a la hora de entrar nuevamente en razón.
3.
Teoría de la Visión: Esta teoría, como la entienden generalmente sus
defensores no permiten visiones causadas por intervención divina, sino
solo aquellas fruto de agentes meramente humanos. Porque si admitimos
una intervención divina, también deberíamos creer, en tanto se
refiere a los principios, que Dios levantó a Jesús de entre los
muertos. Pero, ¿dónde es que entran en esta teoría los agentes
humanos que hubieran producido tales visiones? La idea de la resurrección
de la tumba era familiar a los discípulos por su fe judía; tenían
asimismo vagos indicios en las profecías del Antiguo Testamento,
finalmente, el propio Jesús había asociado siempre su Resurrección a
las predicciones de su muerte. Por otro lado, el estado de mente de los
discípulos era el de un gran entusiasmo; atesoraban el recuerdo de
Cristo con un afecto tal que les hacía casi imposible pensar que se había
ido. En breve, su estado de mente era tal que necesitaba la más mínima
chispa para encender una llamarada. La chispa la proveyó María
Magadalena, y la llama inmediatamente se propagó con la rapidez y la
fuerza de una conflagración. Lo que ella creyó haber visto, otros
inmediatamente pensaron que tenían también que verlo. Sus expectativas
fueron cubiertas, y la convicción de que el Señor verdaderamente había
resucitado de entre los muertos, abrazó a los miembros de la primera
Iglesia. Esta es la teoría de las visiones comúnmente defendida por
los críticos de la Resurrección, que por más ingeniosa que parezca,
es imposible desde el punto de vista de la historia.
a.
Es incompatible con
el estado de mente de los Apóstoles, la teoría presupone la fe y la
expectativa por parte de los Apóstoles, lo cual desde los hechos, la fe
y expectativa de los apóstoles es consecuencia de su visión del Cristo
resucitado.
b.
Es inconsistente con
la naturaleza de la manifestación de Cristo; estas tendrían que haber
estado ligadas a la gloria celestial, o deberían haber continuado la
anterior relación de intimidad de Jesús con sus discípulos, que en
verdad y de manera consistente presentaron en verdad una total nueva
fase imposible de haber sido esperada con anterioridad.
c.
No concuerda con las
condiciones de la comunidad cristiana temprana, luego del primer
entusiasmo del domingo de resurrección, los Apóstoles como un cuerpo
se caracterizaron por su fría deliberación mas que por el entusiasmo
exaltado de una comunidad de visionarios.
d.
Es incompatible con
la extensión de tiempo que duraron las apariciones; las visiones, según
lo que suponen los críticos, hasta donde se sabe nunca han durado
mucho, mientras que algunas de las manifestaciones de Cristo duraron un
período considerable de tiempo.
e.
No es consistente
con el hecho de que las manifestaciones se hayan dado a un gran número
de personas al mismo tiempo.
f.
No concuerda con el
lugar donde muchas de las manifestaciones sucedieron: apariciones
visionarias se hubieran esperado en Galilea, mientras que la mayor parte
de apariciones de Jesús ocurrieron en Judea.
g.
Es inconsistente con
el hecho de que las visiones terminaran abruptamente el día de la
Ascención.
4.
Visión Modernista: Un cuarto grupo de opositores a la Resurrección
proponen entre otras cosas: “La
Resurrección de nuestro Salvador no es propiamente un hecho de orden
histórico, sino un hecho puramente del orden sobrenatural ni probado ni
probable, el cual la consciencia cristiana ha ido infiriendo poco a poco
de otros hechos”.
a.
Este postulado
concuerda con lo que más adelante explicaba Loisy ("Autour d'un
petit livre", p. 8, 120-121, 169; "L'Evangile et l'Eglise",
pp. 74-78; 120-121; 171). Según Loisy, primero, la entrada a la vida
inmortal de uno resucitado de entre los muertos no es algo susceptible
de ser observado; es sobrenatural, un hecho hiperhistórico, incapaz de
ser probado históricamente. Las pruebas alegadas para la Resurrección
de Cristo son inadecuadas; el sepulcro vacío es apenas un argumento
indirecto, mientras que las apariciones del Cristo resucitado están
abiertas a sospechas de manera a priori, sensible a impresiones de una
realidad sobrenatural; y son evidencia dudosa desde un punto de vista crítico,
por razón de las discrepancias en las varias narraciones escriturísticas
y el carácter diverso y mezclado de los detalles relacionados a las
apariciones. Segundo, si uno prescinde de la fe de los Apóstoles, el
testimonio del Nuevo Testamento no provee un argumento cierto al hecho
de la Resurrección. Esta fe de los Apóstoles no se preocupa tanto con
la Resurrección de Jesucristo, como de su vida inmortal; basados en las
apariciones, las cuales son evidencia insatisfactorias desde un punto de
vista histórico, pero cuya fuerza se percibe solo por la fe; al ser un
desarrollo de la idea de un Mesías inmortal, es una evolución de la
consciencia cristiana, aunque al mismo tiempo un correctivo al escándalo
de la Cruz. La Santa Sede rechaza ésta visión de la Resurrección
cuando la condena en el Decreto “Lamentabili”: “La fe en la
Resurrección de Cristo señala desde el principio no tanto al hecho de
la Resurrección, sino a la vida inmortal de Cristo con Dios”.
El escritor y famoso orador del ministerio
'Campus Crusade for Christ', Josh McDowell, en sus años de juventud en
la universidad no creía que Jesús hubiera resucitado de entre los
muertos. Se dispuso a probar a sus compañeros de estudios
cristianos que todo esto era una mentira y una fabula mitológica de los
cristianos. En su búsqueda Josh McDowell no solo descubrió la verdad
sobre la resurrección de Jesús sino que también encontró la salvación.
Descubrió que era imposible no creer que Cristo verdaderamente había
resucitado. De ahí escribió un libro titulado "Evidencia
que requiere un Veredicto".
Recientemente se publicó un artículo titulado "Si
yo hubiese falsificado la resurrección de Jesús". El comienza
diciendo yo hubiera hecho un sinnúmero de cosas de manera distinta:
1.
Hubiera
esperado un periodo de tiempo prudente antes de publicar mi historia.
Pocos historiadores disputan
el hecho de que los discípulos comenzaron a predicar las noticias de
que la resurección ocurrió poco tiempo después que el evento tomo
lugar. Credos como el de I Corintios 15:3-8, son sorprendentemente de
temprano origen, posiblemente dos años después del evento.
2.
Hubiera
publicado mi historia lejos del lugar de los hechos.
El Dr. William Lane Craig escribió. "uno
de los hechos más fascinantes acerca de los primeros cristianos sobre
la creencia de que Cristo resucitó se originaron en la misma ciudad
donde el fue crucificado. La fe cristiana no comenzó a existir en una
ciudad distante, lejos de los testigos quienes conocieron acerca de la
muerte y entierro de Jesús. No, todo sucedió en la misma ciudad donde
fue públicamente crucificado, bajo los mismos ojos de sus enemigos"
3.
Seleccionaría
mis testigos con más cuidado.
Evitaría lo más posible el
usar nombres en mi historia, especialmente evitaría los nombres de
personas prominentes como testigos. Por lo menos 16 individuos fueron
mencionados como testigos en cada historia, y la mención de José de
Arimatea como el hombre que enterró a Jesús seria terriblemente
peligrosa si es que las historias en los evangelios eran falsas o
inventadas. Como miembro del Sanedrín, la "Suprema corte" Judía,
el seria muy bien conocido. J.P. Moreland escribe, "Nadie podía
haber inventado tal nombre si este no había existido y después decir
que era miembro del Sanedrín si este en realidad no fuera el caso."
Sobre todo, yo hubiera
evitado testigos dudosos, los cuales harían significante las historias
de las primeras apariciones de Jesús--a mujeres--ya que en aquel tiempo
y cultura, las mujeres eran considerados testigos inválidos en las
cortes de leyes. Si las historias fueran fabricadas, las mujeres nunca
serian incluidas en la historia, o por lo menos no como primeras
testigos.
4.
Hubiera
rodeado el evento con impresionantes despliegues sobrenaturales.
El experto Judío Pinchas
Lapide escribe "No leemos en los primeros testimonios [de la
resurrección] de ningún espectáculo apocalíptico, sensaciones
exorbitantes, o el transformante impacto de un evento cósmico… De
acuerdo al los reportes del NT, ningún ojo humano vio la resurrección,
no había ni un ser humano presente…Cuan fácil hubiera sido el haber
injertado este vacío con invenciones fantásticas! Pero precisamente
porque ninguno de los evangelistas se atrevió a mejorar la historia de
la resurrección que no fue vista, la imagen total de los evangelios
gana aún más credibilidad"
5.
Cuidadosamente
hubiera correlacionado mi historia con otros que yo conocía, inventando
la leyenda solo donde yo pudiera estar confiado de no ser contradicho.
Muchos criticos han señalado
las diferencias y aparentes contradicciones en las historias sobre la
resurección. Pero estas son actualmente evidencias de su autenticidad;
estas muestran un ingeniosa falta de colaboración, estando de acuerdo y
(aparentemente) defiriendo en mucho tal como cualquier evento contado
por testigos oculares.
6.
Trataría
de sofocar cualquier tipo de investigación
Yo pronunciaría una maldición
sobre cualquiera que atentara sustanciar mis reclamos y trataría de
infame a cualquiera que se atreviera a requerir evidencia. Sin embargo
note la forma en que los discípulos de Jesús fácilmente apelan a que
se confirme o se desacredite la evidencia como invitando a una
investigación (Hechos 2:32; 3:15; 13:31; 1Corintios 15:3-6).
7.
No
predicaría un mensaje arrepentimiento en torno a la resurrección.
Ninguna persona en una mente
clara hubiera escogido crear un mensaje ficticio que invitara a la
oposición y la persecución de ambas autoridades religiosas o civiles
de aquellos días. Hubiera sido mucho mas fácil e inteligente haber
predicado un mensaje menos controversial- concentrándome en las enseñanzas
de amor de Jesús, quizás así librándome a mí mismo y a los miembros
de mi nueva religión de muchos problemas.
8.
Evitaría
el morir por mi mentira
Lee Strobel ha escrito "Las
gente muere por sus creencias religiosas si creen sinceramente que estas
son verdad, pero la gente no muere por su creencias religiosas si cree
que sus creencias son falsas.”
No hay falta de Evidencia
Los que dudan y prefieren no
creer que Jesús verdaderamente resucitó de entre los muertos no lo
hacen por falta de evidencias. Hay
pruebas suficientes e irrefutables de que Cristo fue resucitado, los que
no creen lo hacen por falta de fe, a consecuencia de la dureza de sus
corazones. La biblia dice
que Jesús dio “pruebas indubitables” de que Jesús se había
levantado de entre los muertos:
Hechos 1:1-3
En mi primer escrito,
Teófilo, me referí
a todas las cosas que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo 2 hasta
el día en que fue recibido arriba,
después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los
apóstoles que había escogido. 3 A
ellos también, después de
haber padecido, se presentó
vivo con muchas pruebas indubitables,
apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de
Dios.
La iglesia cristiana a través
de los años está tan segura que Cristo ha resucitado que desde el
primer siglo repite El Credo
Apostólico de la siguiente manera:
Creo en Dios Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra;
Y en Jesucristo, su único Hijo, Señor
nuestro,
quien fue concebido por el Espíritu Santo,
nació de la virgen María;
padeció bajo el poder de Poncio Pilatos,
fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos;
al tercer día resucitó de entre los
muertos;
ascendió al cielo y está sentado
a la diestra de Dios Padre Todopoderoso,
de donde vendrá a juzgar a los vivos y a
los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia Universal, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo,
y la vida perdurable, Amén.
El Resto de la Historia
Podemos estar seguros en que
Cristo no solamente resucitó de los muertos sino que nos ha prometido
que nosotros seremos también resucitados para estar eternamente con Él.
La tumba o el sepulcro no es nuestro destino final, hay algo
mejor después de la muerte pero eso es solo para aquellos que mueren
con Él.
Lucas 20:17-18 Pero
él, mirándolos,
dijo: --¿Qué, pues, es lo que
está escrito?: ""La
piedra que desecharon los edificadores
ha venido a ser cabeza del ángulo". 18
"Todo el que caiga sobre aquella piedra, será quebrantado; pero
sobre quien ella caiga, lo
desmenuzará.
Jesús es esa piedra desechada,
El es una roca de socorro o de destrucción.
Si usted cree que Jesús ha resucitado de entre los muertos y
pone su fe en el cómo su Señor y salvador, usted es salvo por esa roca;
PERO si usted no cree que Jesucristo se levantó o si no confía en el cómo
su único señor y salvador, usted será condenado, la roca caerá sobre
usted y le destruirá. Hoy
es el día de salvación, si oyeres hoy su voz no endurezcas tu corazón.
Y AHORA USTED SABE…
“EL RESTO DE LA HISTORIA.”
Una ‘Triple’ Invitación
La invitación es a: (1) salvación
(2) compromiso y (3) santificación
Muchos se empeñan en buscar
maneras de negar la muerte y resurrección de Jesús, otros aunque
piensan que eso pudo haber sido cierto, simplemente no se comprometen a
confiar sus vidas en aquel que puede librarles de la condenación y la
muerte eterna. Otros
piensan que no hay que ser ‘tan fanáticos’ ni ‘religiosos’ y no
dan el paso para vivir una vida digna de la fe que en la resurrección
que han profesado.
Salvación: Si usted no cree que Jesús ha resucitado llegará a la condenación
eterna. Le invito
fuertemente a que ponga su confianza en Cristo, el único salvador que
puede librarle de la condenación eterna. La Biblia es clara cuando nos
dice “porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito
para que todo aquel que en el cree no se pierda mas tenga vida eterna”
(Juan 3:16). Quiera Dios que usted que me escucha en este día sea
uno de aquellos llamados “todo aquel que cree”, y si usted cree
tenga confianza que Dios nos da palabra fiel:
2 Timoteo 2:11
Palabra fiel es ésta: Que si
morimos con El, también viviremos con El;
Compromiso: Quizás usted está aquí sentado y ha aceptado la realidad de que Jesús
fue crucificado, murió, fue sepultado y resucitó al tercer día pero
es algo lo cual usted guarda para sí mismo, nunca le cuenta a otros de
que ellos necesitan creer lo mismo para ser salvos como usted lo es. No sea uno que simplemente asiste a los cultos de la iglesia,
comprométase a contar a otros la maravilla de la resurrección de
Cristo y a decirles como ellos también pueden ser salvos.
Hechos 26:22-23
Pero habiendo obtenido auxilio de Dios,
persevero hasta el día de hoy[17]
dando testimonio a pequeños y a grandes,
no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés
dijeron que habían de suceder: 23
Que el Cristo había de padecer,
y ser el primero de la resurrección de los muertos,[18]
para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.
Santificación: finalmente, usted puede ser que pertenezca al grupo de aquellos que
aunque creen su vida personal no da frutos de que pertenece al grupo de
los que se identifican con la muerte y resurrección de Cristo.
Usted probablemente no viva en la vida nueva que Dios desea para
usted y sigue con las costumbres pasadas:
Romanos 6:1-13
¿Qué,
pues, diremos?
¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2
¡De ninguna manera! Porque
los que hemos muerto al pecado,[1]
¿cómo viviremos aún en él? 3
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados[3] en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte?, 4 porque
somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo,
a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria
del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva. 5 Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su
muerte, así también lo
seremos en la de su resurrección; 6
sabiendo esto, que
nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con él, para
que el cuerpo del pecado sea destruido,
a fin de que no sirvamos más al pecado, 7
porque, el que ha
muerto ha sido justificado del pecado. 8
Y si morimos con Cristo, creemos
que también viviremos con él, 9 y
sabemos que Cristo, habiendo
resucitado de los muertos, ya
no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10 En cuanto murió, al
pecado murió una vez por todas; pero en cuanto vive, para Dios vive. 11 Así
también vosotros consideraos[12]
muertos al pecado, pero
vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor
nuestro. 12 No
reine, pues,
el pecado en vuestro cuerpo mortal,
de modo que lo obedezcáis en sus apetitos; 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como
instrumentos de iniquidad, sino
presentaos vosotros mismos a Dios[14] como vivos de entre los muertos,
y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
La resurrección de Cristo es un
fuerte incentivo para moverle a usted a santificación para con Dios y
apartarse de la vida de pecado. No deje pasar esta oportunidad para
pedir a Dios que le ayude a cambiar de vida y comience a vivir una vida
de santidad para Dios.
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Escrito
y Predicado: 04/12/2009
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