“Sed Tengo”
(La Quinta Palabra)
-Jorge
L. Trujillo
Juan
19:28
Después
de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la
Escritura se cumpliese: Tengo sed.
Cuando Cristo murió en la cruz del Calvario, nos
dice la Escritura que pronunció las palabras “sed tengo” (Juan
19:23). En este breve
mensaje deseo mirar al aspecto tanto físico, como espiritual de la sed
de nuestro Señor al tiempo que meditamos sobre los beneficios que
podemos tomar de la sed que tuvo nuestro maestro.
El Aspecto físico
Las palabras pronunciadas por Jesucristo mientras
colgaba del madero nos recuerdan que Cristo era ciertamente hombre y
como tal sufrió sed. Después
de haber perdido gran cantidad de sangre mientras había sido azotado y
los clavos habían traspasado sus manos y sus pies (Salmo 22:16), el Señor
sintió sed.
Salmos 22:16
Porque perros
me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis
manos y mis pies
Isaías 53:4
Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros
le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Nos dicen los estudiosos sobre el fallecimiento
humano que la sed es común en aquellos que sufren muerte de la manera
que murió Cristo que perdió gran cantidad de líquido de su cuerpo.
Cuando eso ocurre el cuerpo se deshidrata, los labios y la boca se secan
y la lengua se pega al paladar, de tal manera que el que atraviesa tal
situación “siente sed”. Esto
es consistente con las palabras dichas por el profeta en el Salmo
2214-15:
14 He sido derramado como aguas,
Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas.
15 Como un tiesto se secó mi vigor,
Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte.
Recordamos que en el caso de Cristo, la última vez
que había tomado algo fue la noche anterior cuando compartió la última
cena pascual con sus doce discípulos.
Eran ya las cerca de las doce del día y el sol estaba en todo su
apogeo cuando después de tan largas horas de maltrato y sufrimiento el
Mesías exclamó “sed tengo”.
Se cumple la Escritura
Desde su nacimiento, en su vida y hasta su muerte,
Cristo siempre cumplió la Escritura. Nada ocurre por casualidad ni
coincidencia sino por “plan divino”.
Las palabras de Jesús con relación a su ‘sed’ desde la cruz
fueron también cumplimiento de la profecía hecha respecto a su
persona. El salmista
escribiendo de forma profética en el Salmo 69 nos dice
Salmos 69:21
Me pusieron
además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre
Tal como fue profetizado, cuando Cristo exclamó que
“sentía sed” nos dice la Escritura que cerca del lugar había una
vasija con vinagre o ‘vino agrio’ la cual uno de los soldados
mojando en ella una esponja la acercó a los labios del maestro.
Juan 19:28
28 Después de esto,
sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la
Escritura se cumpliese: Tengo sed. 29 Y estaba
allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre
una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. 30
Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo
inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
El vinagre era utilizado para hacer
morir los que eran crucificados de forma más rápida a la vez que
mitigaban los dolores de la crucifixión.
Una vez anteriormente, al llegar al lugar de la crucifixión le
dieron a beber una mezcla de “vinagre con hiel” pero
él lo rechazó: “le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero
después de haberlo probado, no quiso beberlo” (Mateo 27:34)
La segunda vez, cuando le dieron de
beber vinagre al Señor, lo hicieron no de buena forma sino de mala
forma (Mateo 27:48; Lucas 23:36). No
fue un favor lo que le hicieron sino una burla.
Aunque Cristo tomó el vinagre (v. 30), no podemos pensar que la
sed física del Señor halla sido mitigada.
El Aspecto Espiritual
Resulta muy interesante y hasta irónico
que Jesús estuviera pidiendo agua.
Él era el mismo que le dijo a la mujer Samaritana “Si
conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú
le pedirías, y él te daría agua viva.” (Juan 4:10), el mismo que
el último día de las fiestas de los tabernáculos (Juan 7) dijo
“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. El es el mismo que según
nos dice el gran Apóstol “Cristo es la roca espiritual que dio agua
al pueblo de Israel en el desierto” (1 Corintios 10:4.)
Pero ahora vemos que Cristo, la
fuente de vida “tiene sed”.
La sed que sufrió Cristo fue para que nosotros nunca jamás
tengamos sed. Y estas
palabras son reales. Tal
como en los días de Moisés, Cristo (la roca) puede darnos agua después
que ha sido “golpeada” una sola vez. Por eso Moisés sufrió castigo
por haber golpeado la roca (tipo de Cristo) más de una vez.
Este error le costo a Moisés su entrada a la tierra prometida.
Cristo, la piedra angular que es
fuente de agua viva, fue golpeado una vez y para siempre ( en la cruz
del calvario) para que nosotros podamos beber del agua que salta para
vida eterna. (Juan 4, 7)
La muerte de Cristo aunque similar a las de aquellos
hombres que estaban crucificados junto a Él fue al mismo tiempo muy
distinta. Cuando Cristo
murió lo hizo en lugar nuestro. En
la cruz Él sufrió no solamente una muerte y sufrimiento físicos sino
que sufrió la paga infernal que nosotros deberíamos sufrir.
Cristo llevaba sobre sus lomos la condenación del pecado de su
pueblo.
La Escritura nos dice “el castigo de nuestra
paz fue sobre el” (Isaías 53).
Cristo sufrió el castigo por nuestra salvación la cual nos trae
“paz con Dios” (Ro. 5:1).
En la cruz Cristo, como el rico de la historia de Lázaro se
encontraba “en tormentos” y también sufrió de sed.
El rico sufriendo en las llamas exclamó diciendo:
23 Y en el Hades
alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro
en su seno. 24 Entonces él, dando voces, dijo:
Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje
la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy
atormentado en esta llama. 25 Pero Abraham le
dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro
también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
Podemos concluir diciendo que Cristo:
§
siendo rico se hizo pobre
para darnos riqueza espiritual
§
siendo fuerte se hizo débil
para darnos fortaleza
§
estando en Gloria se hizo
humilde para llevarnos de su Gloria
§
siendo Dios se hizo hombre
para que participemos de su naturaleza
§
siendo pan, pasó hambre
para alimentar nuestra hambre espiritual y
§
siendo la fuente de agua
tuvo sed para que los que le buscan no tengan sed JAMÁS.
¡Amen!
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Escrito
y Predicado: -Abril 14, 2006
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