La comida

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Victor Castro
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La comida

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La comida
La palabra comer en el español significa, tomar alimento, en ingles es “feed” que significa alimentar también, y en términos bíblicos, también se usa la palabra pastorear o apacentar o dar pasto a las ovejas o al ganado. Dar pasto espiritual, instruir, enseñar. Jesús le encomendó a su discípulo Simón Pedro que pastoreara a sus ovejas, Juan 21:15 “Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis corderos.” Le estaba ordenando que diera alimento espiritual a sus ovejitas, lo que está en concordancia con este otro verso, Mateo 15:24 “Y respondiendo El, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.”
Dar alimento espiritual era una de las tareas que Jesús encomendó a sus discípulos y Pablo hace referencia de ese oficio cuando dice a la iglesia en Corinto: 1 Corintios 3:2 “Os di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo. En verdad, ni aun ahora podéis,” el apóstol hace la distinción de un alimento básico y fácil de consumir como es la leche y lo compara con el alimento sólido que es la carne, la palabra vianda es usada en otras versiones de la Biblia, y agrega un comentario acerca de la falta de capacidad para ingerir alimento sólido habiendo permanecido ellos en un estado muy infantil consumiendo leche solamente o sea principios básicos de la doctrina, y les dice: Hebreos 5:12 “Pues aunque ya debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que alguien os enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido.” Es más Pedro les recomienda continuar con la leche y les dice: 1 Pedro 2:2 “desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación,”
El alimento espiritual es la palabra de Dios, eso se lo dijo Jesús al diablo cuando trató de tentarle, su respuesta fue: Mateo 4:4 “Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con sólo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale por la boca de Dios.” y eso lo dijo haciendo referencia a la palabra de Dios que pronunció cuando dijo: Deuteronomio 8:3 “Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR.” La palabra de Dios es el alimento principal del hombre, las palabras dadas por Jesús lo confirman cuando dijo: Juan 6:63 “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” Dando a entender que primero hay que alimentar el espíritu para que este alimente la carne, no hay otro camino mejor, la carne de por si no puede vivir, es el espíritu quien le da la vida y por mucho alimento físico que se consuma no es suficiente comparado con el alimento que es la palabra de Dios.
Este tema de comer la palabra viene siendo tratado desde el comienzo de la Biblia, cuando Dios puso al hombre en el jardín del Edén, Dios le advirtió a Adán de la existencia de dos árboles en el corazón del huerto, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. El árbol de la vida es la palabra de Dios, que da vida, mientras que el árbol del conocimiento del bien y del mal, produce muerte por la incapacidad del hombre de discernir entre el bien y el mal. Un verso en la Biblia nos da esta luz, Hebreos 5:14 “Pero el alimento sólido es para los adultos, los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal.” Un niño por falta de crecimiento espiritual es incapaz de discernir, Adán y Eva eran niños incapaces de discernir entre el bien y el mal, por esa causa, ellos escucharon y atendieron las palabras del diablo, que son el conocimiento del mal, y como resultado murieron porque la advertencia de Dios era esa: “ciertamente morirás”, la palabra del diablo fue: “no moriréis”. El hombre natural o carnal no puede discernir entre lo bueno y lo malo porque su espíritu es infantil, 1 Corirntios 2:14 “Mas el hombre animal (natural) no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente.” Ese es el caso de Adán y Eva, ellos no podían discernir entre lo bueno que es la palabra de Dios y lo malo que es la palabra del diablo.
La primera pareja pecó por falta de conocimiento, bien lo dice el Señor por medio del profeta en Oseas 4:6 “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré para que no seas mi sacerdote; como has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos.” Y esa es la razón que Jesús haya encomendado a Simón Pedro que apacentara a sus o vejas, porque es preciso que sean alimentadas espiritualmente y puedan llegar a ser adultas conociendo entre el bien y el mal. Y no solo se lo dijo a Pedro sino que el apóstol Pablo lo confirma cuando nos dice como y con que objeto está organizada la iglesia, y dice: Efesios 4: 11-16 “Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error; sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.” Y es que la única razón de la existencia de la iglesia es producir el crecimiento del cuerpo de Cristo, como está escrito en 1 Corintios 3: 1-9 “Así que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo. En verdad, ni aun ahora podéis, porque todavía sois carnales. Pues habiendo celos y contiendas entre vosotros, ¿no sois carnales y andáis como hombres? Porque cuando uno dice: Yo soy de Pablo, y otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois simplemente hombres? ¿Qué es, pues, Apolos? Y ¿qué es Pablo? Servidores mediante los cuales vosotros habéis creído, según el Señor dio oportunidad a cada uno. Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento. Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su propia labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.” como ven, las divisiones dentro de la iglesia nos acusan de nuestro infantilismo y mientras persistamos en estar divididos nunca podremos llegar a ser maestros y menos conocer o discernir espiritualmente entre el bien y el mal, es necesario que crezcamos y para eso es la iglesia, bien lo dice Pablo en 1 Corintios 14:26 “¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada cual aporte salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para edificación.” Si en la iglesia seguimos sentados escuchando un buen mensaje nunca seremos adultos espiritualmente, siempre estaremos necesitando la leche de los niños en Cristo, ya deberíamos ser maestros dice el apóstol, pero seguimos siendo niños.
El conocimiento del bien y del mal es necesario, de lo contrario caeremos en la tentación del diablo quien anda siempre buscando nuestra muerte, Jesús lo asegura diciendo: Juan 10:10 “El ladrón sólo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Y ese es el sentido de estas otras palabras de Jesús en Juan 5:40 “y no queréis venir a mí para que tengáis vida.” Juan 10:11 “Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.”
Solamente si llegamos al conocimiento de la verdad, podremos asegurar nuestra salvación, Jesús lo dice: Juan 14:6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.” O sea que para llegar al Padre y tener vida eterna es necesario el conocimiento del bien sobre el mal, Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” La palabra conocer significa en este sentido, saber sus palabras, conocerlas, eso es lo que dice: Juan 17:8 “porque yo les he dado las palabras que me diste; y las recibieron, y entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste.” Juan 17:21 “para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.” 2 Pedro 1:3 “Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,” 2 Pedro 1:8 “Pues estas virtudes, al estar en vosotros y al abundar, no os dejarán ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.” 1 Juan 1:2” (pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó);” 1 Corintios 3: 1-4 “Así que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo. En verdad, ni aun ahora podéis, porque todavía sois carnales. Pues habiendo celos y contiendas entre vosotros, ¿no sois carnales y andáis como hombres? “
No os dejéis engañar dice Pablo, “que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error; sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo” entendiendo la palabra verdad como la palabra de Dios, pues escrito está en Romanos 3:4 “En ninguna manera; antes bien sea Dios verdadero, mas todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus dichos, Y venzas cuando de ti se juzgare.” Y esto al referirse a las doctrinas de los hombres versus la palabra de Dios. Solamente conociendo a Jesucristo y al Padre podremos vencer al diablo en sus tentaciones, delo contrario ya tenemos listo el camino al castigo eterno, Jesús le llama justos a los que proceden de conformidad a Dios y llama injustos a los que por una u otra razón, desobedecen a Dios, Mateo 25:46 “Y éstos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna.” Por eso, sus palabras Mateo 6:33 Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
Cuando Jesús dijo: cómanme, está diciendo acepten mis palabras, Juan 6:56 “El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.” Y se refiere al conocerlo a él comiendo sus palabras, 1 Juan 3:24 “El que guarda sus mandamientos permanece en El y Dios en él. Y en esto sabemos que El permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.” 1 Juan 4:15 “Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.”
Por Víctor Manuel Castro Chinchilla
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece
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