Dale las gracias a Dios cuando las pruebas lleguen a tu vida, pero no las tomes como un masoquismo conformista. Miralas mas bien como parte del sabio proceso pedagogico que Dios emplea como parte de tu crecimiento espiritual.
Quien dice que las pruebas no son dolorosas?
Claro que lo son; pero asi como el buen metal se purifica con fuego, de la misma manera asi sucede con tu vida.
Asi que no reniegues, ni le cuestiones aunque no veas nada claro en el horizonte, aunque sientas que caminas y no avanzas nada.
Todo esto es parte del proceso formativo que Dios esta haciendo contigo.
Un proceso en cuyo final no conoceras la frustracion ni la vergüenza, porque en todo esta la soberania y la sabiduria de nuestro Padre Dios.
Jose Alfredo Lievano.
alfredolievano1807@yahoo.es
San Salvador, El Salvador, C.A.
Lunes 7 de junio 2004.
Y seguimos hablando de las PRUEBAS.
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