Descanso para los afligidos

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tatsumaky
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Descanso para los afligidos

Post by tatsumaky »

descanso para los afligidos
MATEO 11:28-30

''Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga''.

Nos encontramos en uno de los libros mas consoladores de la escritura: El evangelio de Mateo, quien nos presenta a nuestro Señor Jesucristo como aquel que vino al mundo con el propósito de salvar a los pecadores.

Al analizar el contexto del pasaje en estudio notaremos que Cristo dicta una serie de ayes sobre las ciudades de Corazin, Betsaida y Capernaum, ciudades localizadas en Galilea, región que fue el punto central del ministerio de Jesús. Estas ciudades habían sido testigos de los milagros y prodigios de Nuestro Salvador. Aun así no se arrepintieron(v.22).

En el mismo orden, o mejor dicho, en aquellos días(v.25), expresando una continuidad de idea, el Señor Jesús alaba al Padre, quien en su misericordia le ha revelado los misterios del reino a los niños. Dios Padre no tiene la obligación de salvar a nadie, pues todos merecemos el infierno; De esa manera, fue su voluntad esconder esos misterios a las ciudades de Corazin, Betsaida y Capernaum, pero en su gracia y buena voluntad(v.26) se la revelo a los débiles.

Podemos trazar un paralelo entre este pasaje y 1 Cor. 126-29, el cual dice

''Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29a fin de que nadie se jacte en su presencia''.

Cristo también expresa, en virtud de la autoridad dada por el Padre y su relación interna con El, que El Hijo tiene la autoridad de revelar los misterios del reino de Dios a quien El quiere(v.27), pues, como mediador, todas las cosas le han sido entregadas por el Padre. Apelando entonces a esta autoridad, hace este glorioso llamado expuesto en el verso 28.

Este pasaje puede ser desglosado de al siguiente manera:

I- Un llamado consolador
II- La manera de responder a este llamado
III- El argumento utilizado para este llamado

I- Un llamado consolador: ''Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar''.

En este llamado glorioso podemos notar varios asuntos:

a) El llamado en sí: ''venid''.

Juan 6:35-40 nos da el verdadero significado de ese ''venir''. El constante uso intercambiable de los términos ''venir'' y ''creer'' muestra que ''venir'' es sinónimo de creer en El.

A la luz del pasaje, este ''creer'' implica tres cosas:
1- Conocimiento: ''Conocer'' es sinónimo de ''entender en el intelecto''. El verso 40 nos dice: ''que todo aquel que ve al Hijo''. Este ver no es un ver físico, sino un ver en el entendimiento, lo cual es a la vez un don de Dios(Mateo 11:25-26). Recordemos que el hombre natural no puede discernir las cosas que son del Espíritu(1 Cor. 2:13).

2) Asentimiento: ''Asentir’’ es sinónimo de ''admitir algo como cierto o conveniente''. El verso 40 también dice: ''y cree en El''. Aquel que cree en Cristo es aquel que da la razón a Cristo. Cuando una persona cree en Cristo de la manera Bíblica, es porque esta convencido de que lo que Cristo dice en su palabra es absolutamente la verdad. Esto también es un don de Dios(hechos 16:14).

3) Confianza: Luego de entender y asentir, el próximo paso es poner nuestra vida al cuidado de Cristo. En el verso 38 Cristo dice que vino a hacer la voluntad del Padre que le envió. Todo aquel que cree en Cristo de la manera Bíblica, es llevado a entregar su vida a Cristo, para que El haga de nosotros la voluntad del Padre. Las Escrituras nos enseñan que también esto es un donde Dios(Fil. 2:13).

La Nueva Versión Internacional traduce al expresión como ''vengan''. Hay tres cosas que debemos resaltar sobre este ''venir'':

1- En el griego, el verbo expresado aquí se utiliza para ordenar algo a una persona, lo que indica que esta en imperativo; no es una opción.

2- El verbo esta en plural, es decir, es para toda persona.

3- El verbo esta en tiempo presente: La idea de nuestro Salvador es ''ahora''. 2 Cor. 2:6 dice: ''He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación''. Por otro lado, Hebreos 4:7 nos dice: ''Si oyeres hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones''.

b) El objeto del llamado: ''a Mí''.

El objeto del llamado es venir a nuestro Salvador Jesucristo. Las Escrituras enseñan que no hay otro nombre dado a los hombres en el que podamos ser salvos(Hech. 4:12). Nuestros pecados han producido separación entre Dios y nosotros, pues han ofendido su santidad. Es por esta razón que necesitamos un mediador que nos reconcilie con Dios a través de su muerte, y ese es Jesucristo(1 Tim. 2:5; Rom. 5:10). Todas las cosas le han sido dadas a Cristo, es entonces a El que debemos acudir.

Que sea nuestras palabras como las de Pedro en Juan 6:68: ''A quien iremos? Tu tienes palabras de vida eterna''.

c) Los beneficiarios del llamado: ''los que estáis trabajados y cargados''.

Hay dos palabras claves en esta expresión:

1- ''Trabajados'', del griego ''kopos'', la cual denota ''trabajo esforzado que desemboca en fatiga'', ''trabajo penoso'', ''labor ardua que termina en angustia''. Tanto la Biblia de las Américas como la Nueva Versión Internacional traducen la palabra como ''cansados''.

2- ''Cargados'' del griego ''fortion'', la cual denota ''llevar sobre los hombros''. Esta palabra se utiliza siempre en el Nuevo Testamento en sentido metafórico, excepto en Hch. 27:10, de ''la carga de un barco''.

Mateo 23:4 nos muestra a quien se esta refiriendo Jesús: ''Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas''.

La referencia es a todos los que están oprimidos por la pesada carga de reglas y reglamentos puestos sobre sus hombros por los escribas y fariseos, como si una persona pudiese ser salva por la obediencia a estas tradiciones. William Hendriksen comenta al respecto en su comentario sobre el libro de Mateo: ''Cuando en la mente y el corazón de alguien se arraiga la creencia de que así, y solamente de ese modo, el hombre debe ganarse el camino a la vida eterna, el resultado, en el mejor de los casos, es una penosa incertidumbre; con mas frecuencia algo peor, a saber, un terror que esclaviza, una ansiedad que corroe, una desesperación sin un rayo de esperanza''.

Se puede trazar un paralelo con el pensamiento de salvación por obras. La mente natural cree que la salvación es por obras de la ley. Sin embargo, aquellos que creen que la salvación es por las obras de la ley viven bajo maldición(Gal. 3:10), pues el que tropieza en un solo punto de la ley se hace ya culpable de violar toda la ley(Stgo. 2:10).

Puedes decir que no has violado uno de los puntos de la ley? ''Y si decimos que no hemos pecado, le hacemos a El mentiroso y su palabra no esta en nosotros''(1 Juan 1:10). Todos los hombres han violado la ley de Dios(Rom. 3:23), ya sea en pensamientos, palabras u obras. Tu podrás entonces decir: para que están entonces los 10 mandamientos, si nadie los puede cumplir? La misma Escritura nos da la respuesta en Glatas 3:19. La ley nos muestra el pecado, pues sin ley no se imputa el pecado(Rom. 5:13). La función de la ley es mostrarnos la voluntad de Dios y nuestra incapacidad para cumplirla, produciendo en nosotros dolor y temor por el pecado(Rom. 7:7). De esta manera somos llevados a Cristo como único refugio. Es por esta razón que Pablo afirma en Romanos 10:4 que ''el fin de la ley es llevarnos a Cristo, para justicia a todo aquel que cree''.

Juan Calvino comenta en su libro, Institución de la Religión Cristiana: ''La ley fue dada, no para someter al pueblo antiguo, sino para alimentar la esperanza de salvación que debía tener en Cristo''.

d) El proposito del llamado: ''y Yo os haré descansar''.

Vemos en este llamado una hermosa promesa que cumple con el principio físico de causa-efecto. Cristo ha prometido que si venimos a Él con corazones sinceros y contritos, El nos dará descanso. La palabra griega que aquí se traduce como ''descanso'' es la palabra griega ''anapauo'', la cual denota interrupción al trabajo, dar reposo y refrigerio.

Esta palabra se usa constantemente en la septuaginta para el reposo sabático y se usa aquí para contrastar con las cargas impuestas por los fariseos. Cabe resaltar que el reposo que Cristo da no es un reposo de trabajo, sino en el trabajo. J. Patrick comenta lo siguiente al respecto: ''no es el reposo de la inactividad, sino el obrar armonioso de todas las facultades y afectos como fruto de haber hallado en Dios la esfera ideal de su satisfacción''. Es una realidad innegable que Dios ha atado la felicidad a nuestro deber para con Él, pues Él nos ha creado para que le glorifiquemos.

II- La manera de responder a este llamado: ''Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas''.

Aquí notamos varios asuntos:

a) La respuesta propiamente dicha: ''Llevad''.

La palabra griega que aquí se traduce como ''llevar'' es ''airo'', la cual denota ''levantar'', ''llevar arriba''. Este significado queda demostrado por lo que Cristo agrega: ''sobre vosotros''. El llevar algo en los hombros no es una tarea fácil; es algo que implica esfuerzo y perseverancia.

Es importante notar, que al igual que el verbo ''venid'', el verbo ''Llevad'', también esta en presente y en forma imperativa.

b) El objeto de la respuesta: ''Mi yugo''.

Cuando hablamos de un ''yugo'' estamos hablando de una pieza de madera que se une transversalmente al eje de una carreta o de un arado. A la misma se atan las cabezas de dos animales, generalmente bueyes. Como el yugo no permite que los animales hagan lo que quieran o vayan donde quieren ir, sino que están sujetos a la voluntad de su amo, se utiliza el termino muchas veces para señalar las obligaciones que en conformidad con las enseñanzas de los rabinos, una persona debe asumir. Debido a una mala interpretación de la ley de Dios, el yugo que los maestros ponían sobre los hombros del pueblo era muy pesado, era un legalismo falso. Este sistema enseñaba la salvación por la estricta obediencia a la multitud de reglas y ordenanzas. Se trataba de un yugo que ni ellos mismos podian sobrellevar.

Jesús entonces invita a aquellos que estaban agobiados de aquel yugo que estaban acostumbrados a oir, a tomar su propio yugo. Cuando Cristo nos exhorta a llevar su yugo, esta mandándonos a aceptar sus enseñanzas, la cual consistía en la salvación por la confianza en El.

c) La manera de llevar el yugo: ''aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón''.

La palabra en el original, implica algo mas que aprender la doctrina acerca de Cristo; no es un proceso de conocer la persona de Cristo, sino también de aplicar este conocimiento, a fin de andar como El anduvo. De modo que, cuando Cristo nos manda a aprender de El, no es solo saber mas de El, sino también vivir mas como El. Es la misma palabra que Jesús usa en Mateo 9:13, exhortando a los fariseos a aprender lo que significa ''misericordia quiero y no sacrificio''. No se trataba de saber de memoria, sino de aplicarlo.

El efecto de llevar el yugo de Cristo es aprender de El. 1 Juan 2:6 dice: ''El que dice que permanece en El, debe andar como El anduvo''. No se puede decir que llevamos el yugo de Cristo si vivimos de espaldas a su palabra(1 Juan 2:3).

Cristo, en su misericordia, no nos deja en el aire, sino que también nos trae específicamente dos particulares a aplicar:

1- Mansedumbre: Jesús enseña en Mateo 5:5: ''Bienaventurados los mansos, porque ellos heredaran la tierra''. Estas palabras de Jesús en su magnifico sermón del monte son un eco del Salmo 37:11. Es interesante notar la descripción que da este mismo salmo sobre el manso: El verso 5 describe al manso como aquel que cofia su vida a Dios; el verso 7 lo describe como aquel que guarda silencio ante la voluntad de Dios y se rinde a ella sin quejarse; el verso 8 lo describe como aquel que tarda en airarse; el verso 10 lo describe como aquel que espera en Jehová.

Cuando hablamos entonces de la mansedumbre Bíblica, no solo nos referimos a un temperamento quieto y sosegado; La mansedumbre Bíblica es aquella disposición de espíritu con la que aceptamos los tratos de Dios para con nosotros como buenos, y por ello, sin discutirlos ni resistirlos.

Es importantisimo resaltar que esta no es una disposición natural, sino que es una obra efectuada en el alma por el Espíritu Santo(Gal. 5:23).

2- Humildad: La Escritura en bien clara al afirmar que Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes(Sal. 147:6; Stgo. 4:6; 1 Ped. 5:5).

El termino humildad hace referencia a aquello que es bajo y que no se levanta mucho de la tierra. Ser humilde es tener un concepto moderado sobre uno mismo. El concepto Bíblico y correcto sobre nosotros mismos llega cuando conocemos a Dios como El debe ser conocido. Ante la grandeza de su santidad, lo que corresponde al ser humano es adoptar una actitud de rechazo a toda pretensión u orgullo, inclinándose a El en pleno acatamiento de su voluntad. Este es el ejemplo que vemos en Isaias cap. 6; cuando vio una ráfaga de la majestad y la santidad de Dios, cayo en tierra diciendo: ''Ay de mi que soy hombre muerto, pues siendo inmundo de labios mis ojos han visto al Santo''. El hombre se tiene como sabio y bueno porque se compara con los demás hombres; si nos comparamos con Dios concluiremos entonces que somos viles pecadores y gusanos del polvo.

Bien decía Juan Calvino que la suma de la sabiduría consiste en el conocimiento de Dios y en el de nosotros mismos. Cuando conocemos a Dios como El se presenta en la Escritura, entonces conocemos nuestra miseria e ignorancia. Dice Calvino: ''si me preguntáis cual de los preceptos de la religión cristiana es el primero, cual el segundo y cual el tercero, os responderé siempre: La humildad, la humildad y la humildad''.

La humildad es quien nos capacita para ver la gracia y la misericordia de Dios en Cristo; es ella, quien luego de contemplar nuestra incapacidad total contempla a Cristo como su refugio y esperanza. Fue la humildad quien llevo a aquel publicano a darse por el pecho y decir: ''Dios, ten piedad de mi, pecador''. Fue la humildad quien llevo al ladrón en la cruz a decir: ''acuérdate de mi cuando vengas en tu reino''.

Al estudiar estas dos virtudes(Mansedumbre y humildad), nos daremos cuenta de la relación que hay entre ambas. Donde hay verdadera humildad, siempre hay mansedumbre Bíblica; ambas van siempre de la mano(Ef. 4:2; Col. 3:12).

El primer fruto de llevar el yugo de Cristo es entonces, despues de contemplar mi miseria ante la santidad de Dios, sabiendo que no merezco nada, me someto a su soberana y buena voluntad, dejando a Cristo que guíe mi vida.

d) La promesa: ''y hallaréis descanso para vuestras almas''. Esta hermosa promesa amplia el sentido del propósito de Cristo expuesto en el verso anterior. Ahora es mas especifico, mostrando que el reposo o descanso se experimenta en el alma. Cristo promete que acudimos a El de corazón, obtendremos descanso del pesado yugo de la salvación por obras.

III- El argumento utilizado para este llamado: ''porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga''.

Esta declaración es fácil entender cuando comprendemos el propósito de un yugo. Mas arriba describimos lo que es un yugo y la analogía aplicada en la enseñanza, pero no definimos el propósito. El propósito de un yugo es hacer mas fácil y ligera la carga al distribuir en igual proporción el peso a ambos lados. Sin embargo, el distribuir el peso no quita de que la carga sea pesada. Cristo asegura a las personas oprimidas que tanto el yugo como la carga que se lleva en ella es ligera. En otras palabras, lo que Cristo dice es que la confianza en El y la obediencia a sus mandamientos nacida de nuestra gratitud por la salvación que El nos ha dado, es placentera, pues El ha unido la felicidad a nuestro deber para con El.

Por el contrario, el querer salvarse por si mismo por la adhesión a las obras de la ley significa esclavitud y temor.


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Juanjo
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