A veces no valoramos lo que Dios nos ha dado y deseamos y envidiamos lo que otros tienen y se va la vida sin lograr la felicidad".
Amados todos:
La paz
Buscando en mi Biblia electrónica, solo hallé una vez la palabra feliz, que tanto preocupa al mundo y desgraciadamente a los que hoy llamamos la "iglesia":
ECLESIASTES 4
3 Y tuve por más feliz que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que debajo del sol se hacen.
La Escritura nos habla mas bien de "bienaventurados", y esto sin que tenga en absoluto que ver con tener, querer o desear, sino con respecto a una conducta, y esta en el EspÃritu.
Hoy, en muchos foros y locales ... digo locales, pues no son templos ni iglesias, pues la iglesia somos los que creemos a Cristo y practicamos sus mandamientos, un cuerpo, un organismo, y no una organización ni una institución, se está permitiendo llenar la mente de los que buscan, no con palabra de Dios, sino con mensajes nacidos en el corazón humano, frecuentemente inflamados desde el infierno mismo.
Aparentemente, estos mensajes tienen reputación de espirituales, pero no resisten el anális bajo el prisma de las Escrituras.
Hoy, al mirar las noticias en la TV, puede ver un "servicio religioso". Los coros, sus trajes y formación eran muy bonitos, El pastor empezó diciendo que venÃan a servir a Dios ... que la iglesia estaba experimentando cambios radicales, pues "todos" tenÃan "derecho" a un Cristo conforme a las necesidades de cada uno ... ayayayayyyyy !!!
Agregaba, que la madre tierra y el padre Dios, nos habÃan dado todo ...

Esto es lo que se llama huecas sutilezas, filosofÃas, palabras según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Tenemos que discernir todas las cosas, y ver, si los espÃritus son de Dios.
La invasión de monitos "infantiles", monitas de falda corta y angelitas con alas y trajes transparentes, satisfacen temporalmente a los que no están vigilantes, pero carcomerá como gangrena las almas.
Hablemos la palabra de Dios, porque esta tiene poder para rescatar nuestras vidas.
En Cristo