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Cielos Nuevos y Tierra Nueva
"Isaías 65"
-por Jorge L Trujillo
Isaías
65:1-27 (LBLA)
Me dejé buscar por los que no preguntaban por mí; me dejé hallar por
los que no me buscaban. Dije: "Heme aquí, heme aquí",
a una nación que no invocaba mi nombre.
2 Extendí mis manos todo el día
hacia un pueblo rebelde, que anda por el camino que no es bueno,
en pos de sus pensamientos; 3 un pueblo que de continuo me provoca en mi propio rostro,
sacrificando en huertos y quemando incienso sobre ladrillos; 4 que se sientan entre sepulcros y
pasan la noche en lugares secretos; que comen carne de cerdo, y en sus ollas hay caldo de carnes inmundas; 5 que dicen: "Quédate donde
estás, no te acerques a mí, porque soy más santo que tú."
Estos son humo en mi nariz, fuego que arde todo el día. 6 He aquí, escrito está delante de
mí: no guardaré silencio, sino que les daré su pago, y les recompensaré en su seno, 7 por vuestras iniquidades y por las
iniquidades de vuestros padres juntamente--dice el SEÑOR.
Porque quemaron incienso en los montes, y en las colinas me
injuriaron; por tanto mediré en su seno su obra pasada.
8 Así dice el SEÑOR: Como cuando
se encuentra mosto en el racimo y alguien dice: "No lo destruyas, porque en él hay
bendición", así haré yo por mis siervos para no destruirlos a todos. 9 Sacaré de Jacob descendencia y de
Judá heredero de mis montes; mis escogidos la heredarán, y mis
siervos morarán allí. 10 Sarón será pastizal para ovejas, y el valle de Acor para lugar
de descanso de vacas, para mi pueblo que me busca.
11 Pero vosotros que abandonáis al
SEÑOR, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la
Fortuna, y que preparáis vino mezclado para el Destino, 12 yo os destinaré a la espada, y
todos vosotros os encorvaréis para la matanza. Porque llamé,
mas no respondisteis, hablé, mas no oísteis; hicisteis lo malo
ante mis ojos y escogisteis aquello que no me complacía. 13 Por tanto, así dice el Señor
DIOS: He aquí, mis siervos comerán, mas vosotros tendréis
hambre; he aquí, mis siervos beberán, mas vosotros tendréis
sed; he aquí, mis siervos se alegrarán, mas vosotros seréis
avergonzados; 14 he aquí, mis siervos darán
gritos de júbilo con corazón alegre, mas vosotros clamaréis
con corazón triste, y con espíritu quebrantado gemiréis. 15 Y dejaréis vuestro nombre como maldición a
mis escogidos; el Señor DIOS te matará, pero mis siervos serán
llamados por otro nombre.
16 Porque el que es bendecido en la tierra, será
bendecido por el Dios de la verdad; y el que jura en la tierra,
jurará por el Dios de la verdad; porque han sido olvidadas las
angustias primeras, y porque están ocultas a mis ojos. 17
Pues he aquí, yo creo cielos nuevos y una tierra nueva, y no
serán recordadas las cosas primeras ni vendrán a la memoria. 18
Pero gozaos y regocijaos para siempre en lo que yo voy a crear;
porque he aquí, voy a crear a Jerusalén para
regocijo, y a su pueblo para
júbilo. 19 Me
regocijaré por Jerusalén y me gozaré por mi pueblo; no se oirá
más en ella voz de lloro ni voz de clamor. 20
No habrá más allí niño que viva
pocos días, ni anciano que no complete sus días;
porque el joven morirá a los cien años, y el que no alcance
los cien años será considerado
maldito. 21
Construirán casas y las
habitarán, plantarán también viñas y comerán su fruto.
22 No edificarán para que
otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque como los días
de un árbol, así serán
los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán de la obra
de sus manos. 23 No
trabajarán en vano, ni darán a luz para desgracia, porque son
la simiente de los benditos del SEÑOR, ellos, y sus vástagos
con ellos. 24 Y
sucederá que antes que ellos clamen, yo responderé; aún estarán
hablando, y yo habré oído. 25
El lobo y el cordero pacerán juntos, y el león, como el buey,
comerá paja, y para la serpiente el polvo será su alimento. No
harán mal ni dañarán en todo mi santo monte--dice el SEÑOR.
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Introducción
El pasaje de Isaías 65, particularmente la sección que comienza en el
verso 17 ha sido uno que presenta una difícil interpretación.
Por este medio presentaremos una interpretación Amilenial de manera que
se ajuste lo mejor posible al resto de la Escritura. Después de
presentar las razones por las que otras escuelas de interpretación
fallan en hacer justicia al texto en cuestión, presentaremos una
interpretación que consideramos consistente con el resto de la Biblia.
Para entender la profecía correctamente debemos mantener siempre claro
que Cristo dividió las cosas en “dos eras” o “dos siglos”; este
siglo y el siglo venidero. La división entre ambas eras está
marcada por la resurrección de los muertos, justos e injustos, el
juicio final donde los cabritos son echados al fuego eterno y las ovejas
heredan el reino, el momento cuando la cizaña es quemada y los justos
resplandecen en el reino del Padre; y aquel día cuando los cielos y la
tierra pasarán con grande estruendo y todas las cosas que en ellas hay
serán quemadas para dar paso al “reino eterno”, los cielos nuevos y
la tierra nueva en los cuales mora la justicia. Todo esto debe ser
tenido en mente y respetado cuando estudiamos pasajes como el que
tenemos ante nosotros, y es eso lo que trataremos de hacer por medio de
nuestra interpretación. Sin duda, este pasaje presenta una interpretación
difícil para cualquier escuela de interpretación escatológica y
debemos tomar aquella que más se apegue a la revelación ofrecida por
el resto de la Escritura y pensamos que la interpretación Amilenial es
la que mejor se ajusta a este pasaje.
Premilenarismo
Los Premilenaristas, tanto Históricos como
Dispensacionistas, encuentran en este pasaje bases fuertes para defender
un futuro reino milenial en la tierra después de la segunda venida de
Cristo. Aunque en ninguna parte de ese pasaje se mencionan mil años,
la forzada interpretación ‘literal’ de las profecías del Antiguo
Testamento y del Apocalipsis por la posición premilenial lo ve así y
de esa manera trata de explicar que las cosas aquí mencionadas toman
lugar durante el reinado de mil años mencionado en Revelación 20.
Consideramos que una interpretación premilenial de este pasaje no hace
justicia al texto y no encaja con el resto de la Biblia, donde la
ubicación de un reino milenial después de la venida de Cristo se hace
imposible.
Aparte de no hacer justicia a la revelación bíblica
de ‘dos eras’ divididas entre sí por una resurrección general de
justos e injustos, la gran separación de malos y buenos, el juicio de
todas las personas y la entrada al reino eterno de los justos al momento
de la venida de Cristo tal como es presentado tan claramente en las parábolas
de Cristo y en las cartas de los escritores del Nuevo Testamento, la
interpretación Premilenial presenta particularmente la dificultad de
‘dos nuevas creaciones’ de “cielos nuevos y tierra nueva”.
Según la visión premilenial, habrá una creación nueva tanto de
cielos como de la tierra al momento de la segunda venida de Cristo para
dar paso a los cambios naturales y mejoras en el reino animal que
existirán durante el milenio, pero esta nueva creación de cielos
nuevos y tierra nueva es solamente temporal ya que ha de ser destruida
al final del milenio por medio del fuego para dar paso a otra nueva
creación para el estado eterno como la vemos en Revelación 21 después
de la descripción del reino de mil
años y el juicio final presentados en Revelación 20:
Revelación
21:1
Y
vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.
Pos-Milenarismo
Por otra parte, el pos-milenarismo, ante la dificultad
tomando una interpretación premilenial, hace una interpretación
‘quasi-literal’ y sostiene que el pasaje de Isaías 65 debe ser
interpretado como una era de paz donde a causa de los efectos del
evangelio:
las
bendiciones de la gloria de la iglesia durante su últimas eras de Isaías
11:6-9 son reiteradas y expandidas en Isaías 65:17-25. El periodo de
bendiciones espirituales produce condiciones en el mundo que son
llamadas “cielos nuevos y tierra nueva”[i]
Pensamos que la interpretación pos-milenaria
de este pasaje no encaja con la declaración bíblica de que el tiempo
final de la era de la iglesia, antes de la venida de Cristo será uno de
aumento en la maldad y el pecado. Cristo dijo que los días antes
de su venida serían como en los días de Sodoma y Gomorra y como en los
días de Noé. En la parábola del trigo y la cizaña se nos presenta un
cuadro donde tanto los malos y los justos cohabitan juntos hasta la
siega. Y Cristo dijo “en el mundo tendréis aflicción”, es
decir, la tribulación y persecución; la lucha continua en contra la
maldad y el pecado es la forma en que se establece el reino de Cristo en
la tierra. Aunque es cierto que en la parábola de la semilla de
mostaza se presenta un cuadro donde el reino, simbolizado por el árbol
de mostaza es más grande que los demás arbustos del campo el cual las
aves del cielo hacen sus nidos en el (Mat 13), eso no indica que los demás
arboles del campo no están allí también. Además, la maldición
de la tierra, tal como la vemos quitada en el pasaje de Isaías 65 no es
quitada sino hasta después que los santos reciben su glorificación:
Romanos
8:19-25
Porque el
anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación
de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sometida a
vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió,
en la esperanza 21 de que la creación misma será también
liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria
de los hijos de Dios. 22 Pues sabemos que la creación entera a
una gime y sufre dolores de parto hasta ahora. 23 Y no sólo ella
, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu,
aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente
la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo. 24
Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es
esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve? 25 Pero si
esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
Preterismo
El sistema de interpretación preterista
sostiene que “los cielos nuevos y la tierra nueva” son referencia al
periodo de apogeo del Nuevo Pacto después de la destrucción de Jerusalén
en el año 70 dC. Aunque el Preterismo aplica correctamente el
comienzo de esta “nueva creación” al periodo presente de la iglesia,
comete el mismo error del Premilenarismo al querer asignar este periodo
de tiempo
a un solo periodo sin hacer diferencia entre las cualidades de “este
siglo” y “el siglo venidero”. Para el Preterismo todo ocurre en
este siglo presente y no ven una manifestación final en un siglo
venidero. Consideramos que la interpretación Preterista tampoco
hace justicia a la revelación bíblica de un reino comenzado “en este
siglo” y manifestado totalmente “en el siglo venidero”.
Amilenarismo
Siendo consistente con el modelo de ‘dos eras’ presentado por las
Escrituras, evitando la dificultosa interpretación premilenarista, y la
inconsistente interpretación pos-milenarista, ofrecemos una
interpretación amilenial de este pasaje de manera que esté en línea
con la interpretación de las otras profecías similares del Antiguo
Testamento sin destruir el modelo de interpretación presentado tan
claramente en los escritos del Nuevo Testamento. Lo que hace más
difícil la interpretación del pasaje de Isaías 65 es la mención de
la creación de “cielos nuevos y tierra nueva” en el verso 17 siendo
seguido por la mención de la ‘posible’ existencia de maldición
por el pecado en el verso 20, la muerte en el verso 21 y la continuación
de la vida de trabajo, siembra y cosecha en el verso 22ss y la procreación
en el verso 23. La existencia de la oración del verso 24, y la
armonía en el mundo animal entre el oso, el león, el buey comiendo
paja y la serpiente comiendo polvo en el verso 25.
Una
Interpretación Amilenial
Ya
hemos mencionado la importancia del esquema de “este siglo y el siglo
venidero” los cuales son presentados en las Escrituras y que están
fuertemente marcados tanto en las parábolas de Jesús como en las enseñanzas
apostólicas. Cuando buscamos en la Biblia por alguna mención de
“cielos nuevos y tierra nueva”, encontramos que el Isaías mismo lo
repite en el próximo capítulo (66), el apóstol Pedro habla que nosotros
esperamos “cielos nuevos y tierra nueva” en los cuales mora la
justicia” y Juan lo vuelve a mencionar al final de Apocalipsis (Isaías
66:22; 2 Pedro 3:13; Y Apocalipsis 21:1)
Isaías
66:22
Porque
como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago permanecerán
delante de mí--declara el SEÑOR--, así permanecerá vuestra
descendencia y vuestro nombre.
2
Pedro 3:13
Pero,
según su promesa, nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en
los cuales mora la justicia.
Revelación
21:1
Y
vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.
Estas
tres menciones en la biblia apuntan obviamente a lo que se ha denominado
como el “estado eterno” siguiendo la destrucción por medio del
fuego del sistema presente de cosas, tal como lo menciona Pedro en su
carta. Esto ocurre “después” del juicio final donde los malos
y el diablo son echados al fuego eterno del infierno para ser destruidos.
Cuando miramos la descripción de esta nueva creación se dice “Pues
he aquí, yo creo cielos nuevos y una tierra nueva, y no serán
recordadas las cosas primeras ni vendrán a la memoria.” (vs. 17) y en
Isaías 66 el profeta declara que será una creación permanente delante
de Dios, “permanecerán delante de mí.” En el mismo capítulo 21 de
Apocalipsis, versos 14-18, se describe las condiciones de aquel estado
eterno, sin pecado, sin muerte, sin maldición, sin sufrimiento y sin
pecadores:
El
enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más
duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.
Y el que está sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas
las cosas... El vencedor heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él
será mi hijo. Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos,
inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su
herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte
segunda.
Viendo
esta condición del reino eterno de que no hay “otra nueva” creación
después de esta, ¿Cómo interpretamos este pasaje de Isaías donde se
presentan vestigios de muerte, pecado y maldición y al mismo tiempo
teniendo una visión eterna de una nueva creación de cielos nuevos y
tierra nueva? Consideramos que el pasaje de
Isaías 65 lo debemos ver como una descripción de la “nueva creación”
de Dios extendida sobre las dos eras, “este siglo (temporal) y el
venidero (eterno)”
Un
Reino Intermediario
Tanto
los Premilenaristas como los posmilenaristas ven la realización de un
“reino intermediario” antes del estado eterno. Como
mencionamos al principio, para el premilenarismo ese reino tendrá lugar
después de la segunda venida de Cristo mientras que para los pos-milenaristas
el reino será una manifestación que tomará lugar durante un periodo
de tiempo justo antes de la segunda venida. El
Amilenarismo también reconoce la manifestación de un reino
intermediario precediendo al estado eterno y aunque estamos de acuerdo
con los posmilenaristas en que ese reino intermediario debe ocurrir
‘antes’ de la segunda venida de Cristo, sostenemos que tal reino no
está limitado a un periodo ‘justo antes’ que Cristo vuelva y después
que el evangelio halla influenciado lo suficiente como para hacer tal
reinado una realidad, sino que ese reino intermediario incluye
‘todo’ el espacio entre la primera venida de Cristo y la segunda
venida. Es decir, en la escatología amilenial, los mil años
mencionados en Revelación 20 corresponden al espacio de tiempo de este
reino intermediario.
La importancia de esta interpretación es primordial. No son
algunos cristianos separados de la cruz y el establecimiento de la
iglesia por miles de años los que disfrutan de este reino intermediario
sino que 'todos' los cristianos quienes en esta vida antes de la muerte,
disfrutan de este reino intermediario de Cristo.
Por
lo tanto, consideramos que el pasaje de Isaías 65 debe ser interpretado
apropiadamente como una sobreimposición de dos etapas del
reino, la manifestación del reino venidero en el tiempo presente de la
iglesia gozando de los beneficios futuros del reino eterno. Como
base para esta visión encontramos este principio claro en las
Escrituras donde se menciona que anunciado por los profetas “ha
llegado” junto con la primera venida de Cristo (Mateo 12:28); que
los cristianos comparten “los
poderes del siglo venidero” (Heb. 6:4), que los cristianos gozan
del “nuevo nacimiento” (Juan 1:12-13); y que viven en la
“regeneración y renovación” (Tito 3:5); que la iglesia posee “las
bendiciones del siglo venidero” (Efe. 1:21), que “la nueva
creación” (2 Cor. 5:17) del cristiano comienza desde este siglo
donde el hombre interior se “renueva” día a día (2 Cor.
4:16); que los cristianos ya poseen “la vida eterna” que ha
de manifestarse en el estado eterno (Mat. 10:30; 1 Juan 5:13) y que
todas las cosas que pertenecen a la vida nos han sido ya dadas (2 Pedro
1:3), aun “la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4) todo eso se
extiende hasta la manifestación total del reino eterno después de la
segunda venida de Cristo.
Si
entendemos que en el reino presente de la iglesia, los cirstianos de
todos los tiempos y todas las épocas disfrutan de los beneficios del
aquella manifestación "futura" la cual se extiende al
presente donde aun existe el pecado, la maldad y la maldición, entonces
podemos entender mejor las palabras del profeta Isaías antes de que
llegue el reinado perfecto donde ya no hay pecado, ni maldad, ni maldición,
ni muerte.
Breve
Comentario Sobre Isaías 65:15-25
-
15
Y dejaréis vuestro nombre como maldición a mis escogidos; el Señor
DIOS te matará, pero mis siervos serán llamados por otro nombre 16
Porque el que es bendecido en la tierra, será bendecido por el Dios
de la verdad; y el que jura en la tierra, jurará por el Dios de la
verdad; porque han sido olvidadas las angustias primeras, y porque
están ocultas a mis ojos. 17 Pues he aquí, yo creo cielos
nuevos y una tierra nueva, y no serán recordadas las cosas primeras
ni vendrán a la memoria.
Después
de hablar fuertemente contra los pecadores de Israel que se habían
apartado de su ley para seguir dioses falsos, Dios dice por medio del
profeta, “mis siervos serán llamados por otro nombre”. La renovación
de las cosas incluye “un nuevo nombre” para los siervos de Dios de
forma corporativa (como cuerpo). En este punto, recordamos que los
creyentes fueron llamados “cristianos” (Mesiánicos) por primera vez
en Antioquía y así comienza la nueva identidad del grupo de fieles que
responden al evangelio de Jesucristo. Sin embargo, miramos todavía
a un futuro cuando cada uno de los salvados recibirá un nuevo nombre individual (Rev. 2:17) y el
nuevo nombre por el que es llamada la esposa del cordero, “La Nueva
Jerusalén” (Rev. 3:12). El texto introduce la creación futura
de la cual han de disfrutar “los escogidos de Jacob y de Judá” (v.
9.) Ellos han de gozar de una nueva creación futura, serán
bendecidos en la tierra, “las angustias pasadas serán olvidadas”.
Esta porción concuerda con la idea de que las bendiciones del reino
eterno se sobre imponen a la era presente de la iglesia bajo el Nuevo
Pacto. En la carta a los Hebreos leemos “Porque
seré propicio á sus injusticias, Y de sus pecados y de sus iniquidades
no me acordaré más.” (Heb. 8-9) La bendición de los
salvados es que han sido ‘justificados’ ante Dios y sus pecados no
son recordados jamás. Sin embargo, esto no es todo sino que esto
tendrá su total cumplimiento en el reino eterno tal como es descrito en
el libro de Apocalipsis 21 donde dice: Y limpiará Dios toda lágrima de
los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto,
ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas. (Rev. 21:4)
-
18 Pero gozaos y regocijaos para siempre en lo que yo voy a crear;
porque he aquí, voy a crear a Jerusalén para regocijo, y
a su pueblo para júbilo. 19 Me regocijaré por
Jerusalén y me gozaré por mi pueblo; no se oirá más en ella voz
de lloro ni voz de clamor.
El
regocijo del pueblo de Dios viene como causa y efecto de la nueva creación
y la posesión duradera que han recibido, y han de recibir cuando Cristo
venga. Pablo nos dice que “el reino de los cielos… es paz y gozo en
el Espíritu Santo”, “venid a mí los trabajados y cansados y yo os
haré descansar” y “tuvisteis compasión de los prisioneros y
aceptasteis con gozo el despojo de vuestros bienes, sabiendo que tenéis
para vosotros mismos una mejor y más duradera posesión. (Heb
10:34.) El lloro y clamor de Jerusalén era a causa de la
destrucción por el pecado y la maldad pero que no existen en el nuevo
orden de las cosas, tanto en este tiempo a los que son “justificados
de la ley” como en el reino eterno donde se recoge el fruto final de
esa obra divina.
-
20 No habrá más allí niño que viva pocos días, ni
anciano que no complete sus días; porque el joven morirá a los
cien años, y el que no alcance los cien años será considerado
maldito. 21 Construirán casas y las habitarán,
plantarán también viñas y comerán su fruto. 22 No
edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma;
porque como los días de un árbol, así serán los días
de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán de la obra de sus manos.
23 No trabajarán en vano, ni darán a luz para desgracia,
porque son la simiente de los benditos del SEÑOR, ellos, y sus vástagos
con ellos. 24 Y sucederá que antes que ellos clamen, yo
responderé; aún estarán hablando, y yo habré oído. 25 El
lobo y el cordero pacerán juntos, y el león, como el buey, comerá
paja, y para la serpiente el polvo será su alimento. No harán mal
ni dañarán en todo mi santo monte--dice el SEÑOR.
Esta sección, si es interpretada de
forma ‘literal’, presenta dificultad no importando cual escuela
escatológica que se prefiera. Por ejemplo, se describe una
“nueva creación” donde los niños no morirán de pocos días
y donde los ancianos completaran sus días los cuales serán como “los
días de los árboles” (100-200 años). No obstante, podríamos
entender que también morirán porque los árboles no son eternos. Sin
embargo, también habrá muerte en la juventud la cual es considerada de
100 años y habrá quienes mueran antes de llegar los cien años (jóvenes)
los cuales serán tenidos como ‘malditos’. No habrá enemigos que
roben las viviendas y los sembrados del pueblo, los escogidos
quienes disfrutan la obra de sus manos. Se nos dice que habrá
oración y Dios les responderá antes que clamen y que el reino animal
será reformado de tal manera que el lobo y el cordero; el león y el
buey comerán yerba y paja respectivamente y la serpiente comerá del
polvo de la tierra.
Considero que una interpretación alegórica
de este pasaje no solamente se ajusta bien al resto de la Escritura sino
que nos brinda un mejor entendimiento de las palabras del profeta,
especialmente si mantenemos la idea de que esta es una profecía que
cubre dos etapas de la nueva creación, el reino intermediario, antes de
la venida de Cristo y el reino eterno que se ha de manifestar después
de su venida. Por ejemplo, “no habrá allí niño de días, ni
anciano que no complete sus días, serán como los árboles; el joven
morirá de cien años” da a entender que la muerte no existirá.
La larga vida de los ancianos “como los árboles” nos habla de la
vida eterna que poseen aquellos que forman parte de los siervos
escogidos de Dios. Es una manera de expresarnos las bendiciones
del estado eterno de manera que la podamos entender con cosas comunes a
nuestro tiempo. La vida eterna se consigue en este lado de la renovación
de las cosas, donde todavía existe muerte, pecado y maldición. Sin
embargo, los que mueran sin ser salvos, antes de completar su juventud,
“el que no alcance cien años será considerado maldito” no podrán
seguir viviendo en la manifestación del reino eterno. Cualquiera que
muere a temprana edad (en su juventud) no puede disfrutar las
bendiciones de la vida en su totalidad.
Si los malditos no pueden disfrutar de
las bendiciones del reino futuro, eso nos demuestra que ellos no forman
parte del mismo, quedan fuera. La vida eterna comienza ahora, en
este lado del reino, durante “este siglo” al cual se le sobre impone
“el siglo venidero.” Los que mueren, o son cortados en el
juicio final, y destruidos con los malditos en el fuego eterno, no
pueden vivir para disfrutar las bendiciones eternas del reino que ha de
manifestarse con la venida de Cristo. Los que mueren en sus
pecados en este lado del reino no pueden disfrutar del reino venidero, y
la vida eterna. De la misma manera, disfrutan su trabajo y edifican
espiritualmente casas de piedras espirituales en el siglo presente antes
de disfrutar de su trabajo y sus edificaciones en el siglo venidero;
aunque mueren físicamente “descansan de sus trabajos,
porque sus obras van con ellos.” (Rev. 14:13) También,
sus hijos espirituales (o físicos), no son dados a luz para desgracia,
los que son “hijos de los creyentes” cuentan con la promesa de los
benditos de Jehová (Hechos 2:39; Rom. 9:8). Son por lo tanto
bendiciones espirituales en el reino espiritual presente por medio de la
iglesia lo que se menciona en esta nueva creación. Esta bendición
gloriosa se extiende hasta el siglo venidero.
Este
verso nos habla de las bendiciones que gozan aquellos que temen a Dios.
La Biblia dice que Dios escucha las oraciones de su pueblo, de sus
escogidos, y las contesta:
Mateo
6:8
Por
tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo
que necesitáis antes que vosotros le pidáis.
1
Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos delante de El, que si pedimos
cualquier cosa conforme a su voluntad, El nos oye. 15 Y si sabemos
que El nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que
tenemos las peticiones que le hemos hecho.
Las
características de este periodo del reino es que los cristianos oran y
piden a Dios ayuda por medio de ruegos y oraciones. La confianza
que tenemos es que “el nos oye”.
-
25 El lobo y el cordero pacerán juntos, y el león, como el buey,
comerá paja, y para la serpiente el polvo será su alimento. No harán
mal ni dañarán en todo mi santo monte--dice el SEÑOR.
Otra vez, tenemos un cuadro físico que
nos muestra verdades espirituales. Anteriormente hemos comentado sobre
pasajes similares a este. Para eso recomendamos el estudio de Isaías
11.
[i]
"the
blessings of the church’s latter-day glory spoken of in Isaiah
11:6-9 are reiterated and expanded in Isaiah 65:17-25. The intensified
period of spiritual blessing produces conditions in the world that are
termed `new heavens and a new earth.’ (John Jefferson Davis, The
Victory of Christ’s Kingdom: An Introduction to Postmillennialism
[Canon Press], 37-38)
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Escrito:
12-24-2008
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